Urrutia
Esta familia novohispana procede de Llanteno (Tierra de Ayala, Álava). Tres de sus vástagos fueron los tres primeros mArmas de Urrutia (Valle de Ayala, Álava)arqueses de la Villa de Villar del Águila. Al quedar sin sucesión el tercer marqués, don Juan Antonio de Urrutia y Arana, el título pasó a su sobrino Juan Antonio Fernández de Júaregui y Urrutia (ver Fernández de Jáuregui). La sucesión es como sigue:
I. Diego de Urrutia casó con María de Allende hacia el año 1590 y tuvieron por hijo a
II. Juan de Urrutia y Allende (b: La Encina, 20-V-1596). Casó el 15-IX-1612 con Casilda de Retes y Retes (nacida en Retes de Llanteno, el 2-XII-1587, hija de Pedro de Retes y María de Retes) en Santiago de Llanteno, Álava. Tuvieron por hijos a Domingo (que sigue) y Juan Antonio.
III. Domingo de Urrutia y Retes (Llanteno, 10-VIII-1613 a 1679). Casó el 10-II-1639 con María Pérez de Inoriza y Ochoa de Ureta (Llanteno, 31-I-1614 a 1694; hija de Martín de Inoriza Chávarri y María López Ochoa de Ureta y Menoyo; Segunda Marquesa del Villar del Águila, de 1693 a 1694). Tuvieron por hijos a Domingo (que sigue) y Juan Jerónimo de Urrutia (Llanteno, 31-XII-1645 a 1693; casó el 8-VII-1681 con doña María López de Peralta Pujadas y Cervantes —ver López de Peralta—; Primer Marques del Villar del Águila del 6-VII-1689 a 1693).
IV. Domingo de Urrutia e Inoriza (Llanteno, 6-IV-1642 a 1-X-1708). Casó el 20-VI-1661 con Antonia de Arana Chávarri (Menagaray, 8-X-1626 a Llanteno, 1-II-1699; hija de Juan de Arana y Casilda de Chávarri) en Llanteno. Tuvieron por hijos, en Llanteno, a Antonia (+1709, casada con Juan Antonio de Luxatea), Casilda (+31-XII-1699), María (8-X-1666 a 3-XI-1720; casó con Sebastían Fernández de Jáuregui y Ojirando: ver más abajo este linaje), Francisca (3-IV-1667, casada con Leonardo de Sobrevilla en 1688), Juan Antonio (que sigue), Domingo y María (gemelos nacidos en 1674) y Ángela (9-III-1678). En segundas nupcias Domingo casó con María de Iturribarría y tuvieron por hijos, en Llanteno, a Antonia (8-XI-1701, casó con Domingo de Castresana) y Ana María.
V. Juan Antonio de Urrutia y Arana (Llanteno, 30-XI-1670 a México, 29-VIII-1743; Tercer Marqués del Villar del Águila). Casó con doña María Josefa Paula Guerrero Dávila Moctezuma y Fernández del Corral. No tuvieron descendencia. Don Juan Antonio de Urrutia y Arana nació el 30 de noviembre de 1670, en Valle de Llanteno, y tuvo su bautismo infantil en el Santuario de Nuestra Señora de la Encina. Murió el 29 de agosto de 1743, en la calle de San Felipe Neri, ciudad de México. Se le sepultó en la Iglesia de Santo Domingo. Llegó a México en 1687. Habiendo ocupado puestos muy importantes, tuvo notable intervención en el tumulto y rebelión de los indígenas en la ciudad de México, en 1692 . Llegó a la ciudad de Querétaro en agosto de 1721 acompañando a un grupo de religiosas capuchinas que iban a fundar un convento de su comunidad. Dejó tres legados de 5 mil pesos cada uno para sus tres hijas expósitas: Rita, Maricela y Ana Gertrudis de Urrutia y Guerrero, para el caso que fueran religiosas, y 3 mil, en caso de que fueran casadas. Fue Caballero de la Orden de Alcántara. Cuenta la leyenda que el Marqués se enamoró de una monja (capuchina del Convento de capuchinas de San José de Gracia, sobrina de su mujer, Paula Guerrero Dávila, y llamada sor Marcela), la cual por lealtad a su vocación no aceptó relación alguna con él, pidiéndole solamente que construyera el ahora majestuoso acueducto de Querétaro (1726-1738), para dotar a la ciudad de agua potable, y edificó también las primeras diez fuentes públicas que hubo . La obra se inició el 26 de diciembre de 1726. El tercer Marqués del Villar del Águila medía cerca de 1.90 metros, era fuerte y con grandes habilidades para la ingeniería hidráulica. Cuando, al morir su esposa, recibió en herencia la hacienda de La Laja -escribe el Marqués en sus apuntes secretos- la propiedad no tenía «casa alguna, ni ninguna especie de ganado», y afirma que se vio «necesitado de fabricar casa y capilla con que se halla de piedra y lodo, sacándola desde sus cimientos los que sólo son de calicanto» . Entre las piedras más antiguas de La Laja, se encuentra el dintel de entrada a la capilla, que tiene cincelada la fecha de 1703.
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