Tomás Iglesias Pérez

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El abogado laboralista Tomás Iglesias, fallecido en 1996, trabajando en su despacho.

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Tomás Iglesias Pérez (Conil de la Frontera, 7 de octubre de 1949 – Valencia, 9 de septiembre de 1996), fue un jurista español, abogado laboralista y profesor universitario, luchador anti franquista y aspirante a la alcaldía de Sevilla por el Partido del Trabajo de España (PTE), y referente progresista político y social. Fue miembro del Consejo Consultivo de Andalucía (1994-1996). Co-fundador, en 1982, de la Asociación Derecho y Democracia y premio Plácido Fernández Viagas, concedido por la misma el año previo a su fallecimiento.

Reseña biográfica

Nació en la localidad gaditana de Conil, tercero de los siete hijos de Tomás Iglesias Romero, veterinario, y Prudencia Pérez González-Linares. Allí transcurre su primera infancia hasta que, movido por inquietudes espirituales imposibles de encauzar en aquellos momentos de otra manera que la religiosa, marcha a Cádiz a estudiar en el seminario diocesano.

En 1969 se traslada a Sevilla para cursar la carrera de Derecho. Durante los años universitarios fue representante de los alumnos y participó activamente en todos los movimientos en defensa de los intereses estudiantiles, lo que le valió persecución y sanciones en numerosas ocasiones. Sanciones que siempre le fueron levantadas por el respaldo de sus compañeros.

Se afilió al Partido del Trabajo de España en el año 1973, ocupando diferentes cargos organizativos, destacando siempre como persona muy activa en la defensa de los intereses de los trabajadores, en las luchas de los movimientos sociales y por el restablecimiento de las libertades y el régimen democrático, frente al franquismo, en España.

Representó al PTE en los organismos unitarios de la oposición democrática en Andalucía: Junta Democrática y Coordinación Democrática, formando parte de la comisión técnica encargada de redactar las bases del Estatuto de Autonomía, colaborando estrechamente con el que fuera su primer presidente Plácido Fernández Viagas.

Contribuyó a crear opinión pública desde diversos medios de comunicación. Entre 1973 y 1975 publicó de forma periódica, con el seudónimo de Mario Díaz, artículos de opinión en El Correo de Andalucía que, en 1975, se recopilaron en el libro Apostando a la democracia. Con prólogo del director del diario, Federico Villagrán, los textos iban y ya firmados por Iglesias y el resto de autores: Isidoro Moreno, José Luis López, Manuel Ramón Alarcón y José Rodríguez de la Borbolla, que luego sería presidente de la Junta de Andalucía.

Fue candidato al Senado y al Congreso en las elecciones Generales de 1977 y 1979 y encabezó la lista a las primeras elecciones municipales por la ciudad de Sevilla.

Paralelamente a su actividad política desarrolló una intensa tarea profesional. Abogado en ejercicio desde 1975, se dedicó fundamentalmente al derecho laboral, defendiendo ante los distintos tribunales e instancias a trabajadores de manera individual o colectiva, aunque no descuidó disciplina jurídica alguna. Trabajador incansable, sus amplios conocimientos del Derecho le llevaron a intervenir en conocidos procesos penales. Constitucionalista convencido, consiguió del alto tribunal, sentencias que constituyen hoy día patrimonio de doctrina jurídica. Tal es el caso de la admisión, en 1981 de su recurso de amparo contra los despidos radicalmente nulos cuando conculcan derechos y libertades fundamentales, sentando doctrina que luego ha sido ampliamente usada

Desde 1979 estuvo vinculado a la docencia en la Universidad de Sevilla, primero impartiendo clases-prácticas de Derecho del Trabajo en la Facultad de Derecho y más tarde como profesor Asociado en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.

Decidido impulsor de transformaciones sociales y avances democráticos desde la sociedad civil, alentó la fundación, en 1982, y desarrollo, con un nutrido grupo de juristas progresistas, de la Asociación Derecho y Democracia, a cuya junta directiva perteneció ininterrumpidamente y de la que fue elegido presidente en más de un periodo.

Convencido en la necesidad de implicarse en la vida pública como profesional y ciudadano, participó en multitud de reuniones, congresos, conferencias donde sus contribuciones destacaron.

Se barajó su nombre para Defensor de Pueblo Andaluz y como candidato al Consejo General del Poder Judicial. Fue nombrado miembro del Consejo Consultivo de Andalucía del que formó parte hasta su muerte. Meses antes de la misma recibió el premio Placido Fernández Viagas, galardón de la Asociación Derecho y Democracia que distingue la contribución democrática y en defensa de los derechos humanos.

Casado con Isabel Real y padre de la periodista y escritora María Iglesias y el artista plástico Tomás Iglesias no llegó a conocer a sus cuatro nietos. De él se destaca su tremenda humana. Humilde, pese a su enorme valía personal y profesional, siempre estaba dispuesto a compartir su tiempo con quien lo necesitara. Desde el respeto y la tolerancia, nunca hizo dejación de sus principios, lo que le ha valido el cariño y admiración de cuantos le conocieron, con independencia de la afinidad ideológica.

Todos ellos tuvieron oportunidad de constatar por enésima vez su coraje y espíritu de lucha cuando en 1994 le fue diagnosticado un cáncer linfático. En ese momento, e impulsado por su inmenso amor a la vida, inició una batalla que se prolongó hasta el 9 de septiembre de 1996, fecha en que murió en Valencia. Tras haber construido su proyecto de vida y laboral en Sevilla, recibió sepultura en el cementerio sevillano de San Fernando.

Tres años después, en 1999, a propuesta de Izquierda Unida, pero por unanimidad del Ayuntamiento sevillano, cuya alcaldesa era la popular Soledad Becerril, se le dedicó una calle de la ciudad como reconocimiento y recuerdo.

Siempre se sintió orgulloso de ser conileño a pesar de residir fuera de su pueblo. En sus proyectos contaba con pasar sus años de jubilación en él. No fue posible. Pero su figura sigue unida allí gracias al colegio que, por decisión unánime del Ayuntamiento en la etapa de la alcaldía de Antonio Roldán(IU) lleva su nombre y cuenta desde el 24 de febrero de 2005 con una placa conmemorativa en la entrada que acerca su perfil a niños, padres, maestros, toda la comunidad educativa del lugar donde nació y se sentía.

Referencias

Bibliografía

Enlaces externos

http://www.bartolomeclavero.net/?p=738


Categoría: Abogados