La torera quiteña
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La torera quiteña (nacida como Anita Bermeo, en Tungurahua, ecuatoriana) fue un personaje muy peculiar para el Quito colonial. Fue conocido(a) por su extravagante forma de vestir, en la cual nunca podía faltar su silbato con el que detenía el tráfico a la hora de cruzar por el Quito del antaño, su bastón, sombrero francés, y sus caracteristicos tacones negros.
Vida
Según varios relatos, se cuenta que el origen de la torera de Quito fue proveniente de una familia de clase media de Tungurahua, quien se trasladaría a Quito años después.
Antes de que Anita tomará ese extraño aspecto, se cuenta en una de sus miles leyendas que fue una de las criadas de una familia de la alta sociedad, para después ganarse la vida como costurera, en Ambato, pero tras una decepción amorosa, regresó a la capital.
Según se dice, la torera padecía de un trastorno demencial, por causas que hasta el día de hoy se desconocen.
Historia
Se cuenta que las calles de Quito se llenaron de alegría con la amabilidad y precencia de la torera, pues se cuenta que ella con gran alegría saludaba a los vecinos con una reverencia y con su elegancia que la caracterizaba, su apodo se debe a que una mañana, la torera deidió sali con una falda larga roja y una blusa fucsia, acompañada de su sombrero al más puro estilo de un torero,tras pasar los años, la torera fue perdiendo respeto y recibia burlas por parte de la ciudasdanía más jóven, quienes terminaban siendo victimas de su bastón de pino, pero lamentablemente esa felicidad no duraría mucho, puesto que un día, mientras daba una de sus vueltas rutinarias, tropezó y como resultado se fracturó su pierna, por lo que las madres del asilo al que pertenecía, le prohibieron las salidas a las que estaba acostumbrada. Con esta lesión llego al deterioro de su vida, puesto que la torera dejó de usar su maquillaje como lo solía hacer y su tono se tornó pálido.
Quito amanece con una lamentable noticia el 11 de enero de 1984, con el deceso de la torera de Quito, quien pasaría a formar parte de la grandiosa y misteriosa historia que abarca nuestra bella ciudad.
Actualmente se recuerda a la torera en las festividades de la capital, con obras de teatro y gente que se viste para transmitir la costumbre y la historia de la torera a las generaiones futuras.
Bibliografía
Enlaces externos