Bomba de taquilla

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En la Industria cinematográfica, una bomba de taquilla o un fracaso de taquilla es una película que no consigue ser exitosa tanto en nivel de audiencia como en ganancias, algunas veces estos fracasos son precedidos por el furor creado en torno a las mismas, a su costo, producción o esfuerzos de marketing. Generalmente, cualquier película cuyo dinero de producción y marketing excede lo recaudado por el film, dichas películas se consideran una bomba.

Estimar el éxito financiero de un film es difícil, y debido a que no hay una definición de confianza, lo que los vuelve una bomba de taquilla puede ser muy subjetivo. No todos los films que fallaron en ganar su costo estimado durante su proyección en cines son considerados bombas, y el rótulo se aplica a aquellas películas que pierden un amplio margen de dinero, particularmente cuando estas son muy costosas de producir, y a veces en conjunto con reseñas mayormente calificándolas de regulares o malas (Aunque la recepción de la crítica muchas veces no coincide con los índices de taquilla).

Causas del fracaso de una película

Comentarios negativos

Comenzando en la década de los 80, los cines comenzaron a quitar películas con una pobre primer semana en cartelera. Esto hizo que la primera semana en cartelera de una película fuera crucial para su percepción. Con el crecimiento de internet durante los años 90, salas de chat y sitios web permitieron que los comentarios negativos sobre las películas se esparcieran rápidamente.

Competencia

Algunas películas pueden obtener bajas ventas si se enfrentan al mismo tiempo en cartelera a películas más reconocidas o más taquilleras. Un ejemplo notable es la cinta de 1946 Qué bello es vivir. Dicho film causó pérdidas financieras para RKO Pictures porque fue puesta a competir ante la tremendamente exitosa Miracle on the 34th Street y Los mejores años de nuestra vida.

Sin embargo, logró la popularidad mediante la televisión, y actualmente es considerada como un clásico navideño.

Circunstancias externas

Siendo algo raro, algunos metrajes cinematográficos pueden caer en el fracaso debido a eventos ajenos a la cinta en si, siendo el retraso del estreno de la película uno de los más comunes. Esta fue una de muchas razones de el fracaso de uno de los primeros traspieses de Hollywood, Intolerancia. Debido a los retrasos en la producción, el film no vería la luz sino hasta septiembre de 1916, época en la cual el generalizado sentimiento anti-guerra que reflejaba cambiaron a favor de los Estados Unidos para que este entrase en la Primera Guerra Mundial. Mientras que posteriormente la cinta se consideraría innovadora, su fracaso llevó a Triangle Film Corporation, la compañía de D. W. Griffith a la quiebra, y a su cierre en 1919, sólo 4 años después de haber sido fundada. Otros ejemplos incluyen a la exitosa cinta de Metro-Goldwyn-Mayer, El Mago de Oz los clásicos de Disney Pinocho, Fantasía y Bambi, las cuales todas tuvieron bajas taquillas debido a que fueron lanzadas en plena Segunda Guerra Mundial, lo que recortó el 60 por ciento del mercado de Hollywood. Sin embargo, han logrado convertirse en cintas populares, especialmente la primera, la cual se transformó en una de las películas más icónicas de todos los tiempos.

También algunas películas cuentan con la mala suerte de abrir su cartelera en tiempos de crisis nacionales o después de desastres, como Pearl Harbor o los Atentados del 11 de Septiembre.

Altos costos de producción

A veces, una película puede tener un desempeño razonable en taquilla, sin embargo se consideran un fracaso. Por ejemplo, Sahara del año 2005 costó $241 millones (entre marketing y distribución), en parte debido a su alto costo de producción. Recaudó $122 millones, usualmente una cifra suficiente como para considerarla exitosa. Sin embargo, dicha cifra representaba apenas la mitad de su costo.