Observaciones de ciudad

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Observaciones de ciudad es el Boletín Informativo del Observatorio de Culturas  de la Alcaldía Mayor de Bogotá

Observaciones de ciudad es el Boletín Informativo del Observatorio de Culturas de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Fue creado en el año 2009 y hasta el año 2014 se publicaron 25 números sobre diversos temas relacionados con las acciones, prácticas y procesos ciudadanos del ámbito cultural en Bogotá.

El Boletín ha sido la principal publicación oficial de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, a través de la cual se comunicaron de forma pública, continua y masiva los resultados de la Encuesta Bienal de Culturas. Ha aportado a las diferentes administraciones, la academia y la ciudadanía en general: conocimiento de los comportamientos, hábitos, valores, percepciones, actitudes, prácticas y preferencias de la ciudadanía capitalina; claridad en los conceptos de cultura ciudadana y cultura democrática; exactitud en la generación de modelos de observación para análisis de información; formulación de líneas base, índices e indicadores para el monitoreo de políticas, planes y proyectos del sector cultura de Bogotá[1].

El Boletín Observaciones de ciudad es un ejemplo de la materialización del derecho a la información pública, como menciona Carrizo Sainero «La relación existente entre sociedad, Estado, gobierno y derecho es una constante entre la organización de los pueblos y está relacionada directamente con la complejidad que van alcanzando a medida que se desarrollan, convirtiéndose en un principio para la configuración de los Estados[2]». Tal es el caso que en el Boletín 14 del 2011 se expresa lo siguiente:

«Con el objetivo de garantizar el derecho que poseen todos los ciudadanos de conocer y acceder a la información como mecanismo de participación, el Observatorio de Culturas divulga los resultados de los análisis de las diferentes encuestas aplicadas, y promueve espacios de apropiación de la información producida en ellas en los ámbitos central y local, lo cual convierte a la Encuesta Bienal de Culturas en una herramienta útil, ya que no sólo recopila información, sino que permite trabajar el contexto bogotano en términos socioculturales, políticos y ciudadanos, entre otros, como lo demuestran los siguientes ejemplos[3]».

Debido al trabajo continuo de la Encuesta Bienal de Culturas y a la publicación constante del Boletín, se generaron varias investigaciones y publicaciones que le han aportado a la ciudad conocimiento para la comprensión de sus dinámicas culturales, algunas son: Ferro Pulido, L. J. (2013). Garantía de los derechos culturales a luz de las políticas distritales de cultura (Maestría). Universidad Nacional de Colombia, Acero Velásquez, H., Aldana, S., Ariza, A., Camacho, S., Cancino, D., Chiappe, G., … Zúñiga, S. (2012). Antípodas de la violencia: Desafíos de cultura ciudadana para la crisis de (in)seguridad en América Latina. New York: Inter-American Development Bank, Alcaldía Mayor de Bogotá, Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte, Observatorio de Culturas (Ed.). (2011). La cultura política en Bogotá (1996-2010) desde la Encuesta Bienal de Culturas. Subdirección Imprenta Distrital-DDDI, Hormaza, O. P., Osorio, M. S., Vargas, F. M. y Pinzón-Medina, C. (2010). Culturas públicas: una fotografía de los y las habitantes de Bogotá a través de la Quinta Encuesta Bienal de Culturas - 2009. Revista Opera, (10) y el libro Cultura Ciudadana en Bogotá: Nuevas perspectivas. (2009). Bogotá D.C.: Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.

Historia

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Cubierta número 16 (2012), Observaciones de ciudad, Boletín Informativo del Observatorio de Culturas de Bogotá

La Encuesta Bienal de Culturas, también llamada Encuesta de conocimientos, actitudes y percepciones sobre cultura ciudadana en Bogotá[4], nace en el año 2001 en el marco del Plan de desarrollo, Bogotá para vivir, todos del mismo lado, durante la Alcaldía de Antanas Mockus. También se dice que nació como una encuesta de cultura urbana, a través de la cual se quería indagar por el impacto de las políticas de cultura ciudadana en el área urbana de Bogotá[5].

Fue creada como respuesta a la necesidad presentada por el Concejo de la ciudad de contar con una herramienta consistente que permitirá medir el impacto en la sociedad de las políticas públicas relacionadas con el tema de cultura ciudadana[6]. Además, durante el proceso de formulación del citado Plan de desarrollo se identificó que la administración no contaba con información suficiente y confiable de los temas principales relacionados con cultura ciudadana. Por ejemplo:

«Se tenía un escaso conocimiento de asuntos como la actitud frente a las normas y la percepción de cada ciudadano sobre los comportamientos propios y ajenos. La necesidad de contar con información sistemática y consistente, y con un conocimiento más sólido en materia de cultura ciudadana, condujo al equipo de gobierno a incluir, dentro de los proyectos prioritarios de esa administración, el diseño y la aplicación de un sistema de medición que permitiera, por una parte, cuantificar las metas relativas al cumplimiento de las normas, el pago de impuestos, el uso responsable de los subsidios y el fortalecimiento de la cultura democrática en la ciudad[7]».

En la Encuesta Bienal de Culturas del 2003 y 2005, se elaboró un módulo sobre cultura política, que incluyó el eje de cultura ciudadana y se incluyeron nuevos temas, por ejemplo, las relaciones de la población con las prácticas artísticas y el patrimonio cultural.

A partir de 2004, la Fundación Terpel y la Corporación Visionarios por Colombia —Corpovisionarios— comenzaron a aplicar la encuesta en otras ciudades y a basarse en ella para hacer un diagnóstico de cultura ciudadana en cada ciudad[8].

La institución gubernamental responsable de la consolidación y puesta en marcha de la Encuesta, fue el Observatorio de Culturas que también nació durante la primera administración del Alcalde Antanas Mockus (1995-1997). En el periodo del Alcalde Enrique Peñalosa (1998-2000), el Observatorio tuvo el nombre de Oficina Asesora de Investigaciones de Ciudad. Y en la segunda administración del Alcalde Antanas Mockus (2001-2003) la oficina cambió nuevamente de nombre, fue identificada como el Observatorio de Cultura Urbana. Con la nueva administración del Alcalde Luís Eduardo Garzón (2004-2007) se realizó la reestructuración administrativa del distrito y el Observatorio de Cultura Urbana pasó a ser Observatorio de Culturas. Años después, en la administración del Alcalde Samuel Moreno (2008-2011), el Observatorio de Culturas se posicionó en una dependencia especializada que tenía como principal función recopilar información relacionada con la oferta cultural, recreativa y deportiva de la ciudad. Y en el periodo del alcalde Gustavo Petro (2012-2015), el Observatorio de Culturas generó información en diversos temas culturales de la ciudad, principalmente los temas orientados a los programas, proyectos y actividades vinculados al Plan de Desarrollo[9], ejemplo:

«Con el ánimo de profundizar en el conocimiento de las distintas prácticas de la actividad física de los bogotanos, la Encuesta Bienal de Culturas presenta en este boletín el análisis de los resultados correspondientes al año 2009. En él se propone la creación de un índice de sedentarismo que sirva de línea de base para el seguimiento del nivel de actividad física de los bogotanos, con el fin de desarrollar políticas más eficaces y precisas para garantizar los derechos de las ciudadanas y ciudadanos[10]».

En el 2016 el Observatorio de Culturas cumplió 20 años, tiempo durante el cual ha acompañado a Bogotá en el desarrollo de sus principales programas y proyectos, siendo un observador y amplificador directo de los retos y desafíos de una ciudad que está en constante cambio y evolución. Producto del trabajo constante del Observatorio de Culturas, la Encuesta Bienal de Culturas a través de los años se ha fortalecido en sus diferentes versiones con el fin de convertirse en un instrumento confiable para analizar los aspectos culturales que a veces se omiten o bien que en ocasiones se ven como ciertos sin tener claridad sobre las múltiples percepciones que representan. Debido a ello, la Encuesta Bienal de Culturas analiza las percepciones de los habitantes de la ciudad sobre la cultura enmarcada en las políticas públicas distritales. Para la masiva comunicación de los resultados de la Encuesta, El Observatorio de Culturas creó su Boletín Informativo, ideado como su principal publicación seriada a través de la cual se comunican los hallazgos de sus investigaciones de ciudad, así pues:

«Que existan normas y documentos de política es un paso necesario para dar lugar a la obligación del Estado de respetar, proteger; pero, si el propósito es saber cuál ha sido el avance en la obligación de cumplir, necesariamente se requiere indagar sobre las percepciones de los y las ciudadanas sobre los derechos culturales, pasando de una versión institucional de los “deseos” a una versión “real” de lo alcanzado[11]».

Las iniciativas desarrolladas desde la administración del Alcalde Antanas Mockus (1995-1997), materializadas y sostenidas desde el Observatorio de Culturas, permitieron acuñar el concepto de cultura ciudadana, el cual nació y se ha desarrollado fundamentalmente como una iniciativa de gestión pública que propicia la corresponsabilidad, tal es el caso:

«El concepto de cultura ciudadana surgió dentro de discusiones sobre cómo resolver problemas específicos de gestión pública. En ellas se evidenció la necesidad de intervenir sobre ciertos comportamientos de la ciudadanía que, de no ser resueltos, imposibilitarían la solución de problemas urbanos más amplios. Una política pública de cultura ciudadana es una política que busca transformar comportamientos específicos de la ciudadanía, y debe contener un ejercicio de focalización e intervención sistemática en problemáticas que afectan la vida en comunidad[12]».

El Boletín fue publicado de forma continua durante seis años, desde el 2009 al 2014, durante las alcaldías de Samuel Moreno Rojas y Clara López Obregón (E) del partido político  Polo Democrático Alternativo y Gustavo Petro del partido político Movimiento Progresistas.

Descripción formal del Boletín

El Boletín tenía las siguientes características:

Título Observaciones de ciudad. Boletín informativo del Observatorio de Culturas
Institución editora Alcaldía Mayor de Bogotá, Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, Observatorio de Culturas
País y ciudad de edición Colombia, Bogotá
ISSN 2145-2067
Números publicados 25
Idioma Español
Soporte Digital y papel
Formato PDF
Impresión Subdirección Imprenta Distrital
Sitio web de acceso http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/es/observatorio-de-culturas/boletines
Financiación de la publicación Recursos públicos
Pauta publicitaria Sin pauta
Dirección postal Carrera 8 No 9-83

Política editorial

En ninguno de los 25 números del Boletín y en el sitio web del Observatorio de Culturas, la institución editora presenta un texto que haga referencia a la política editorial del Boletín. Esto quiere decir que el Boletín no contaba con directrices, criterios, procedimientos y pautas explícitas relacionadas con la selección de los contenidos, edición, publicación, difusión y circulación de la publicación.

En el sitio web del Boletín se definía que su como objetivo era comunicar los resultados de la Encuesta Bienal de Culturas, así como de otras mediciones y sondeos relacionados con el sector cultural de Bogotá. Su público objetivo eran las instituciones oficiales, la academia y la ciudadanía en general de las localidades de Bogotá. Los contenidos del Boletín tenían un enfoque estadístico, académico y descriptivo.

Durante los últimos cinco años (2009-2014) del Boletín, el director fue José Otty Patiño Hormaza y la coordinación editorial estuvo a cargo de diferentes personas, entre ellas: Miguel Manrique, Javier Beltrán, Fernando Angulo Rodríguez, Luis Fernando Martínez Vargas, María Bárbara Gómez y César Pinzón-Medina. En la corrección de estilo no hubo una persona constante, durante algunos números estuvo Gloria Inés Peláez Q. Y en el diseño y diagramación también participaron varias personas en diferente lapso de tiempo: Yessica Acosta Molina, Ángel David Reyes D., María José Pizarro, Leonardo Ochica Salamanca y Jaime Beranyer Sanabria Lara.

En ninguno de los números y en la página web del Boletín se hace referencia a la existencia de un Comité editorial o grupo técnico que haya tenido como función definir las directrices, criterios, procedimientos y actividades relacionadas con la selección de los contenidos, edición, publicación, difusión y circulación de la publicación.

Secciones del Boletín

El Boletín era monográfico, publicaba un tema por número. El número 1 y 2 no tuvo secciones, únicamente se presentó el contenido principal sin ninguna información complementaria. A partir del número 3 y hasta el 25 se incluyó una sección de prólogo, presentación e introducción y en la parte final de algunos números se incluyó una sección de anexos, que correspondía a la ficha técnica de la Encuesta citada. Las principales secciones del Boletín fueron:

Prólogos

Los prólogos como texto preliminar del Boletín fueron escritos únicamente por el exalcalde Samuel Moreno Rojas y la exsecretaria de Cultura, Recreación y Deporte Catalina Ramírez Vallejo durante los números 6 y 8 de 2010 y 15 de 2011. En dicha sección se hacía especial énfasis a los objetivos del Plan de desarrollo Bogotá positiva: para vivir mejor (2008-2012), a sus buenos resultados y avances durante el periodo de gobierno y se legitimaba las acciones a través de la información obtenida en la Encuesta Bienal de Culturas. Por ejemplo:

«La Encuesta 2009 muestra que vamos por el camino correcto. Los esfuerzos realizados en educación, alimentación y salud son reconocidos por la totalidad de la población bogotana y, mayoritariamente, en los estratos menos favorecidos, los cuales aseguran que sus derechos están más garantizados ahora que antes»[13].

Presentaciones

En esta sección se hacía una descripción un poco más detallada del contenido de cada número, enmarcada en el plan de desarrollo, objetivos y programas del sector cultura, recreación y deporte de cada administración gubernamental. Los contenidos fueron escritos por Samuel Moreno Rojas (números 7, 9, 10), Catalina Ramírez Vallejo (números 2, 3, 6, 8, 11,12, 13, 14), María Cristina Hurtado (número 15) y Otty Patiño Hormaza (números 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24). Algunos números no tienen esta sección. Además, en esta sección, se hacía referencia al valor de la Encuesta Bienal de Culturas como instrumento de conocimiento necesario para la formulación, seguimiento y evaluación de las políticas públicas de la ciudad:

«El trabajo de convertir esta información, la inmensa acumulación de datos, en conocimiento, empieza ahora, de diversas maneras: en el autoexamen que debe hacer el propio gobierno distrital a la luz de los resultados de la encuesta; en el uso que de ellos haga la academia para realizar investigaciones y diagnósticos; en las inferencias e hipótesis que hagan todos los ciudadanos en temas que sean de su particular interés, y en todos aquellos que la utilicen para mejorar las condiciones de vida, los derechos y el bienestar de todos quienes habitamos esta ciudad»[14].

Introducciones

Esta sección resumía los principales textos de cada número, los cuales fueron escritos por Catalina Ramírez Vallejo (números 7, 9 y 10), Otty Patiño Hormaza (números 11, 12, 13, 14 y 15), Luis Fernando Martínez Vargas (número 21) y Fernando Angulo (número 24). Al igual que en la presentación, en la mayoría de los números de esta sección se enmarca la problemática abordada a partir de la solidez, rigor, relevancia y confianza en la información procesada a través de la Encuesta Bienal de Cultura como instrumento de investigación:

«Gracias a la creación de la Encuesta Bienal de Culturas desde el año 2001, la ciudad urbana cuenta con una herramienta de recolección de información que brinda el conocimiento y las bases necesarias para la toma de decisiones en la construcción y evaluación de las políticas públicas y, ahora, con los estudios realizados por el Observatorio de Culturas, la localidad rural de Sumapaz, la más extensa de la ciudad, también posee información útil para el diseño y seguimiento de los proyectos y programas»[15].

Anexos

Esta sección es muy importante para el boletín debido a que en ella se presentaba la ficha técnica de la encuesta con el periodo y lugar de recolección de la información, población objetivo y metodología. Sin embargo, varios números no tenían dicho anexo.

Diseño gráfico del Boletín

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Cubierta número 1 (2009), Observaciones de ciudad, Boletín Informativo del Observatorio de Culturas de Bogotá

Durante la publicación de cada uno de los 25 números, el Boletín mejoró progresivamente su pauta de diseño gráfico. El número 1 no tenía cubierta, en la primera página lo único que se incluye de piezas gráficas son el escudo de Bogotá y el logo del eslogan de Bogotá positiva: para vivir mejor, correspondiente al periodo de gobierno del exalcalde Samuel Moreno Rojas. Las páginas internas no tenían pauta de diseño y diagramación, sin embargo, integran variedad de figuras y fotografías relacionadas con el contenido, pero sin detalles de diseño gráfico.

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Cubierta número 2 (2009), Observaciones de ciudad, Boletín Informativo del Observatorio de Culturas de Bogotá

A partir del número 2 y hasta el número 25, el Boletín presenta una cubierta que incluye fotografías ubicadas en diversas partes de la página, además se hace un mejor uso de la tipografía haciendo énfasis en el título, en la parte inferior se incluye el logo de la alcaldía y el eslogan del gobierno de turno, también se incluía el número y año de la publicación. Las páginas internas ya contaban con una estructura de diseño y diagramación clara que articulaba estéticamente el texto con la diagramación de las fotografías y figuras.

Temas del Boletín

Desde el 2009 al 2014 se publicaron en total 25 boletines, algunos de los principales temas que abordó el Boletín fueron:

Encuesta Bienal de Culturas

Los números 5 y 6 del 2010 del Boletín describe qué es la Encuesta Bienal de Culturas, presentando su evolución historia y utilidad para la ciudad en materia de derecho a la información oficial.

«La Encuesta Bienal de Culturas (EBC) es un instrumento que permite precisar las actitudes de las personas que habitan en Bogotá en temas de convivencia, hábitat, apropiación y significación patrimonial, consumo, organización, prácticas y formación artística y deportiva, uso del tiempo libre, actividad física, cultura política y cultura democrática, con el fin de incrementar y mejorar los niveles de acción, decisión y participación de los bogotanos. El concepto de cultura, entendido en este amplio contexto, hace también referencia a la apropiación de conocimientos, normas y derechos, así como a la creación de hábitos y conductas que faciliten el manejo, el desarrollo sostenible y la apropiación de la ciudad»[16].

Al igual que las Encuestas nacionales del sector cultura del DANE, que presentan estadísticas de las prácticas culturales asociadas al consumo cultural y al uso del tiempo libre de la población residente en Colombia[17]  y la Encuesta Multipropósito de Bogotá, la Encuesta Bienal de Culturas es un recurso de información estadística público, indispensable para comprender las prácticas culturales de la ciudad y contribuir en su desarrollo. Al respecto cabe mencionar:

«La encuesta se ha venido realizando cada dos años desde 2001, y en 2009 fue aplicada a más de 13.000 residentes de las áreas urbanas de Bogotá, seleccionados con gran rigor estadístico, lo que hizo posible que el margen de error promedio fuera inferior al 1% en el conjunto de sus resultados. Su diseño muestral permite hacer una desagregación por localidades, sexo, grupos etarios y estratos socioeconómicos. Además, existe la posibilidad de cruzar resultados de diferentes preguntas, manteniendo grados de confiabilidad que pueden utilizarse para determinar tendencias claras en la opinión, el conocimiento y el comportamiento de la población»[18].

Cultura ciudadana

En los números 6, 9-10 y 22 se hace referencia al concepto de cultura ciudadana, su novedad radica en la posibilidad que tiene un gobierno de promover cambios culturales que faciliten la convivencia y reduzcan los niveles de violencia a través de una política pública. Cabe señalar que la «cultura ciudadana es la base conceptual o el enfoque de políticas públicas encaminadas a promover el bienestar de la ciudadanía y la democratización de las ciudades por medio de la transformación de los comportamientos de los ciudadanos»[19].

La cultura ciudadana no es un neologismo, su novedad está en haber juntado dos palabras conocidas con significados y ambigüedades que, producto de una contienda política para la alcaldía de Bogotá, lograron desatar la imaginación, veamos:

«El concepto original de cultura ciudadana nació indisolublemente ligado con el contexto urbano. Se refirió inicialmente a dos cosas: (1) autorregulación como regulación cultural en el marco de la hipótesis de ley, moral y cultura como sistemas reguladores, y (2) el propósito de lograr el acatamiento de las normas establecidas para el cotidiano discurrir en una ciudad»[20].

Se considera[21] que el único antecedente teórico del concepto de cultura ciudadana surgió cuando Antanas Mockus era profesor de la Universidad Nacional de Colombia y trabaja en las transformaciones culturales, momento en el cual desarrolló las nociones de “anfibio cultural”, y de la relación entre “ley, moral y cultura” como sistemas reguladores de las sociedades. Fruto de ello fue su artículo “Anfibios Culturales y divorcio entre ley, moral y cultura” (1994)[22], así en dicha publicación no se haga referencia a las palabras “ciudadano” o “ciudadanía”.

Otro antecedente del concepto fue el Plan de desarrollo Formar ciudad, en el cual se entendía a la cultura ciudadana «como el conjunto de actitudes, costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas por los individuos de una comunidad, que permiten la convivencia y generan de sentido de pertenencia. Incluye el respeto al patrimonio común y el reconocimiento a los derechos ciudadanos y a los deberes frente al Estado y a los demás ciudadanos»[23].

Bogotá urbana

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Cubierta número 20 (2012), Observaciones de ciudad, Boletín Informativo del Observatorio de Culturas de Bogotá

El número 9-10 del Boletín, titulado Los diecinueve rostros de la Bogotá urbana. Diecinueve miradas, diecinueve realidades, diecinueve percepciones, diecinueve actitudes, muestra algunos de los resultados comparativos de las localidades de Bogotá según los datos suministrados por la Encuesta Bienal de Culturas del 2009. En palabras de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte del 2010, Catalina Ramírez Vallejo «Estos documentos son evidencia de las transformaciones bogotanas y del complejo movimiento de la identidad de una ciudad como la nuestra. Adicionalmente son el testimonio escrito de una ciudad que se expresa a través de múltiples relatos»[24].

Cultura democrática

La reflexión acerca del concepto de cultura democrática es abordada en el Boletín 14 del 2011. Entendida como la cultura de los valores democráticos, emanados y exigidos por el mandato constitucional de 1991, que, a diferencia de la Constitución de 1886, planteó como sujeto de la Constitución al pueblo y no a la nación. Acto seguido se enunciarán algunas de las más relevantes diferencias entre las dos cartas magnas y las implicaciones que acarrean modelos de gobierno tan disimiles[25]. Asimismo, es posible pensar que la cultura democrática es prendida en la medida en que haya conciencia sobre las vivencias sociales, se logren acuerdos y acciones de diálogo e interacción social; entonces, los ambientes de relación adecuados se convierten en estrategia fundamental para generar cultura democrática[26].

Cultura política

Otro de los conceptos abordados en el Boletín fue el de cultura política, en el número 17 de 2012 fue definida como:

«Apropiación y aceptación de las instituciones del régimen democrático en general, por parte de la ciudadanía, así como su interés manifiesto por participar en los asuntos públicos. Una Cultura Política Democrática tendrá como parámetros la aceptación de las instituciones del régimen democrático, la participación electoral, el rechazo de prácticas contrarias al régimen democrático, la aceptación de la legitimidad del Estado y la apropiación de las normas del Estado de derecho colombiano»[27].

La cultura política proviene de las ideologías de los partidos políticos, la iglesia, entre otros actores. Los estudios en torno a la cultura política son importantes, tanto para analistas sociales y políticos como para los ciudadanos, a la hora de comprender "cómo hemos llegado a construirnos en lo que hoy día somos" y proyectar el futuro[28].

Expresiones culturales

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Cubierta número 13 (2011), Observaciones de ciudad, Boletín Informativo del Observatorio de Culturas de Bogotá

Además de las reflexiones y conceptualizaciones académicas, el Boletín relataba el significado e importancia de expresiones culturales desarrolladas en la ciudad, es así como, el número 24 se tituló “El grafiti y la regulación de la libertad: las voces de los protagonistas”, dicho número aporta al patrimonio y comprensión cultural la génesis del grafiti en Bogotá, relata que en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia se gestó un grupo de artistas que pintaban murales de gran formato en donde exponían ideales políticos y estéticos en una imagen creada en el espacio público. Inspirados en las vanguardias históricas, en movimientos como el Dadaísmo y el Situacionismo, e impulsados por la fuerza irreverente que despertaron las protestas estudiantiles de mayo de 1968[29].

Como expresión cultural, el Boletín también documentó una de las expresiones y eventos artísticos de mayor acogida en la ciudad, es así que el número 13 fue dedicado a los Festivales de teatro de Bogotá. La publicación presenta una cuidadosa caracterización de los públicos asistentes al festival Iberoamericano y Alternativo de Teatro de 2010. El número cierra con un conjunto de hipótesis de las barreras que afectaban la poca asistencia a teatro.

En el Boletín 2 y 25, el Observatorio comparte con sus lectores análisis de los Festivales al Parque 2008 y de las actividades de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

Bibliotecas Públicas

El historiador Fabio Zambrano menciona en el libro Medellín: territorio, conflicto y estado. Análisis geoestratégico urbano, que:

«una de las diferencias en las historias de las ciudades se encuentra en qué es lo que sacralizan, y cómo valorizan lo profano. Es conveniente precisar que la sacralidad no siempre ha sido la dimensión religiosa. Hoy, en el mundo contemporáneo hay una evolución que es muy evidente en la ciudad moderna, en la cual, producto de la secularización, la dimensión sagrada cuya máxima expresión es el templo se resignifica hoy hacia lo público. Ya no se construyen grandes catedrales; ahora se edifican bibliotecas y museos, y es el espacio público, como las plazas, los parques y los recipientes de la memoria colectiva lo que se convierte en lo sagrado. Es en estos lugares donde se representa la democracia»[30].

Es así que en el Boletín 4 se describe la importancia de la Red de Bibliotecas Públicas de Bogotá (BibloRed) para la ciudad. La Red de Bibliotecas fue creada con el propósito de facilitar el acceso al conocimiento y a la oferta cultural a todos los sectores

de la población. En este proceso de construcción fue muy importante el reconocimiento de las bibliotecas no sólo como lugares para la lectura y la investigación, sino para la ofertar actividades culturales gratuitas. La Red transformó las bibliotecas en puntos de encuentro para niños, jóvenes y familias completas, que además de buscar libros encontraban una oferta cultural y una forma diferente de acceso al conocimiento[31].

Violencia contra las mujeres en Bogotá

El tema más recurrente en el Boletín fue el de violencia contra las mujeres en Bogotá, la problemática fue abordada en los números 3 de 2009, 12 y 15 de 2011.

En el Boletín 3 se realizó un sondeo de la percepción de la violencia contra las mujeres en Bogotá, luego, en el número 12 se condensa las investigaciones adelantadas respecto a los gustos, preferencias, impresiones y barreras declaradas por las asistentes a los festivales al parque de 2010. Son observaciones cuantitativas y cualitativas, derivadas de una investigación realizada con los propósitos de garantizar un mayor acceso de las mujeres a la oferta artística y cultural de la ciudad; proponer y desarrollar acciones afirmativas para ampliar el ejercicio de las libertades humanas; combatir las discriminaciones, y lograr que el derecho a la ciudad sea también un derecho real de todas las mujeres bogotanas .

Asimismo, el Boletín 15 presenta estadísticas de la percepción de agresiones y maltrato a las mujeres y aporta algunos elementos de sanción para que no se repita ese tipo de abusos y aporte al seguimiento de la política pública de mujer y género.

Autores

El Boletín no define una estructura editorial que identificara claramente las personas que realizaron contribuciones en cada uno de los números. Incluso, en ninguna de las páginas de créditos de los 25 números se define los autores de los textos. La única información explícita de autoría que presenta el Boletín se identifica en los prólogos, presentaciones e introducciones.

Prólogos Samuel Moreno Rojas

Catalina Ramírez Vallejo

Presentaciones Samuel Moreno Rojas

Catalina Ramírez Vallejo

Otty Patiño Hormaza

María Cristina Hurtado

Introducciones Catalina Ramírez Vallejo

Otty Patiño Hormaza

Fernando Angulo

Acceso público

El Boletín Observaciones de ciudad es una publicación oficial[32] financiada, avalada y producida por la Administración Pública Distrital de Bogotá derivada de las funciones del Observatorio de Culturas, la publicación no es de reserva legal y su contenido es de interés general, por lo cual se debe comunicar de forma abierta y libre sin barreras legales, económicas y tecnológica.

Continuidad del Boletín

El último número del Boletín fue el de la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Un patrimonio vivo de la ciudad, publicado en el 2014 durante la Alcaldía de Gustavo Petro Urrego y desde hace dos años no se ha vuelto a publicar ningún número.

Referencias

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Enlaces externos