Comunicación orientada a conexión
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La comunicación orientada a conexión es un modo de comunicación de red en telecomunicaciones y redes de computadoras, donde se establece una sesión de comunicación o una conexión semipermanente antes de que se pueda transferir cualquier información útil, y donde se transmite una corriente de datos en el mismo orden en que estaba enviado. La alternativa a la transmisión orientada a la conexión es la comunicación sin conexión, por ejemplo, la comunicación en modo de datagrama utilizada por los protocolos IP y UDP, donde los datos pueden entregarse fuera de orden, ya que los diferentes paquetes de red se enrutan de forma independiente y se pueden entregar a través de diferentes rutas.
La comunicación orientada a la conexión puede ser una conexión de circuito conmutado o una conexión de circuito virtual en modo paquete. En este último caso, puede usar un protocolo de circuito virtual de la capa de transporte, como el protocolo TCP, permitiendo que los datos se entreguen en orden aunque la conmutación de la capa inferior no tenga conexión, o puede ser un modo de conmutación de la capa de enlace de datos o de la capa de red, donde todos los paquetes de datos que pertenecen al mismo flujo de tráfico se entregan a través de la misma ruta, y los flujos de tráfico se identifican mediante algún identificador de conexión en lugar de una información de enrutamiento completa, lo que permite una conmutación rápida basada en hardware.
Los servicios de protocolo orientados a conexión son a menudo, pero no siempre, servicios de red confiables, que brindan acuse de recibo después de una entrega exitosa y funciones de solicitud de repetición automática en caso de que falten datos o se detecten errores de bits. ATM, Frame Relay y MPLS son ejemplos de protocolos no confiables orientados a conexión.