Christian Mortensen

Thomas Peter Thorvald Kristian Ferdinand Mortensen (16 de agosto de 1882 – 25 de abril de 1998) conocido como Christian Mortensen, fue un supercentenario estadounidense de origen danés Fue el hombre más viejo de todos los tiempos y el primero en llegar a una edad de 115 años y 252 días. En los índices de supervivencia suelen aparecer pocos hombres, y Christian Mortensen fue uno de ellos.

Cuando falleció, su edad de 115 años y 252 días le hizo ser el hombre con mayor edad verificada de la historia, hasta que el 28 de diciembre de 2012 Jiroemon Kimura, de Japón, superó su récord. La vez que le confirmaron a Mortensen ser el hombre más viejo fue en 1997, en su cumpleaños número 115.

Sigue siendo el hombre nacido en Europa más longevo, superando en 1 año y 171 días al segundo. Cuando falleció sólo una mujer nacida en Europa le superaba en longevidad, la francesa Jeanne Calment. Desde entonces sólo le han superado otras tres, Dina Manfredini y Emma Morano, nacidas en Italia, y Ana María Vela Rubio, nacida en España.

Biografía

Christian Mortensen nació como hijo de un sastre, cerca de la ciudad de Skanderborg, en Dinamarca, el 16 de agosto de 1882. Empezó a trabajar como aprendiz de su padre a los 16 años de edad, en 1898, y tiempo después trabajó como granjero.

Mortensen emigró a los Estados Unidos en 1903. Viajó mientras trabajaba como sastre, y pudo resolverse la vida en Chicago gracias a la ayuda de familiares que vivían allí. Trabajó también en varios comercios, como comerciante de leche en la Lechería de Borden. Fue camarero y trabajador de una fábrica, la Fábrica Continental de Latas. Se casó, y su relación duró aproximadamente diez años, no tuvo hijos. No se volvió a casar desde entonces.

En 1950 se mudó cerca de la Bahía de Galveston, en Texas. En 1978 se trasladó definitivamente a San Rafael, en California, a una residencia de ancianos. Para llegar a la residencia, se montó en una bicicleta y pedaleó hasta su nuevo hogar. Dijo a uno de los gerentes que fue allí para quedarse.

En la residencia, afirmó que en más de una ocasión se fumaba un cigarrillo e insistía en que fumar con moderación no era malo para la salud. Prefería una dieta vegetariana.

Últimos años y muerte

Mortensen se quedó ciego para el resto de su vida, y pasó todo el tiempo escuchando la radio. Hasta el final de sus días, su memoria la conservaba, pero en ocasiones no recordaba lo que hacía recientemente, y esto creció hasta que necesitó una asistencia personal del regente de la residencia.

Al cumplir los 115 años, dijo un discurso sobre su vida:

Amigos, un buen cigarro, beber mucha cantidad de agua (no alcohol), pensar en positivo y cantar mucho te mantendrá vivo durante mucho tiempo.