Centro Vida Nueva

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La Asociación Cristiana Vida Nueva es una asociación "sin ánimo de lucro” radicada en Ciriza, Navarra (España), dedicada a la acogida, rehabilitación y reinserción social de los colectivos excluidos y/o en situación de mayor vulnerabilidad [1]. El Centro fue fundado en 1985 por la Parroquia Evangélica Bautista de Pamplona, Navarra (España), como respuesta a la necesidad de ayudar a jóvenes con problemas de adicción a la heroína. Todo el trabajo realizado por el Centro está basado en principios cristianos.

Historia

La historia del Centro comienza a principios de la década de 1980, en el corazón de la Parroquia Evangélica Bautista de Pamplona, Navarra (España). Por aquellos años en España se había elevado considerablemente el nivel de dependencia a la heroína y de delincuencia asociada a dicho consumo. El SIDA había adquirido magnitud de epidemia entre los heroinómanos, y la mortalidad juvenil había aumentado considerablemente. Cada año morían 300 personas por sobredosis de heroína[2].

Antecedentes

En 1980 la Parroquia Evangélica Bautista de Pamplona contaba con pocos miembros (en torno a 10), y todavía no había intención de comenzar un Centro, ya que ningún miembro provenía de un contexto marginal. Sin embargo, hacia 1984 comenzaron a asistir a la parroquia dos nuevas personas, una de ellas con pasado de alcoholismo, y otra proveniente del mundo de la heroína. Y unos meses más tarde también comenzaron a asistir otras dos personas con adicción a la heroína, en este caso más jóvenes que los primeros. Ocurría con estos dos jóvenes que durante los fines de semana se oraba por ellos durante los servicios de la parroquia, participaban de las actividades con normalidad y compartían tiempo de confraternización con los demás miembros, pero sufrían recaídas en el consumo de heroína con cada nuevo comienzo de semana. Esta situación llevó a la parroquia a buscar una solución efectiva.

Piso en Burlada

En un determinado momento del año 1985, a partir de cierto cruce de ideas, alguien de la pequeña parroquia, que en ese momento contaba con menos de 40 miembros, sugirió alquilar un piso para acoger y cuidar de los jóvenes heroinómanos. El Consejo de la Parroquia estaba formado por cuatro personas. Se decidió entonces alquilar un piso en Calle Nueva, en Burlada, un pueblo cerca de Pamplona.

La idea al alquilar el piso en Burlada era sencillamente empezar un hogar donde se pudiera acoger y ayudar a los jóvenes heroinómanos que asistían a la parroquia, pero no existía en ese momento una visión “a futuro” de lo que finalmente llegó a ser el Centro. Al piso alquilado en Burlada se trasladó la familia pastoral (Luis Nasarre, su esposa Mari Carmen Sotés, que en ese momento tenía 28 años, y sus dos hijos de 4 y 1 año), un colaborador y los dos jóvenes con necesidad de ser atendidos. Así fue como comenzó a funcionar el Centro Vida Nueva.

El piso de alquiler tenía tres habitaciones, baño y cocina muy amplios y salón (empleado como habitación para toda la familia pastoral), sin ascensor.

Al cabo de un mes, ya había en el piso ocho internos de primera fase. Dos de ellos ya se habían deshabituado a la heroína, y los otros seis estaban en proceso de deshabituarse. Se colocaron unas literas para poder alojar a los internos. Para ayudar a cubrir gastos se consiguió un primer trabajo para una empresa externa de Peralta (Navarra), el cual consistía en soldar unas piezas de cierto producto. Sin embargo, el trabajo sólo duró un mes debido a un error en el montaje de las piezas.

Al poco tiempo la familia pastoral regresó a su piso en Pamplona. Los internos quedaron viviendo a cargo de un primer voluntario de la parroquia durante unos pocos meses, al cabo de los cuales fue Juan Berraondo, otro voluntario, quien se trasladó al piso para cuidar de los internos. Los pastores seguían visitándoles a diario.

Piso para chicas

En la misma época, una voluntaria que era miembro de la parroquia, Margarita Montes, quien trabajaba como profesora de inglés en la academia “Don’t” de Pamplona, dejó su trabajo para alquilar un piso en la calle Juan María Guelbenzu, donde acogió a unas jóvenes necesitadas que habían empezado a asistir a la parroquia. Al poco tiempo las chicas se trasladaron a otro piso de alquiler en Calle del Pintor Basiano.

Primeros estatutos y lema del Centro

El piso de calle Pintor Basiano se transformó en sede social del Centro. Fue allí donde por primera vez las dos comunidades (Burlada y Pintor Basiano, chicos y chicas respectivamente) celebraron juntas unas Navidades, y fue allí donde se redactaron los primeros estatutos del Centro, denominado en ese momento como “Asociación Cristiana Vida Nueva”. Dichos estatutos fueron redactados por el director del centro, Luis Nasarre, y Rosa Montes, voluntaria de la parroquia. Los estatutos han variado mucho desde entonces, pero hay una parte que permanece hasta el día de hoy, en la que se afirma que “esta comunidad está basada en el poder de Dios, y en el amor de Dios”. Fue en esta época cuando el versículo bíblico de Lucas 1:37[3] se convirtió en lema del Centro: “Porque nada hay imposible para Dios”.

Alquiler de la casa en Ibero

Debido a que la comunidad empezó a crecer, hacia el año 1987 se vio la necesidad de unificar las comunidades de chicos y chicas. Así se comenzó a buscar una casa para alojar la Comunidad. Cierto domingo alguien comentó al pastor Luis Nasarre que había una casa en venta en Ibero, un pueblo cerca de Pamplona. La casa había sido diseñada originalmente para funcionar como guardería, y más tarde había sido alquilada para otros usos. En un principio el dueño de la casa no quería alquilarla, debido a malas experiencias que había tenido anteriormente. Sin embargo, después de conocer qué uso se le daría a la casa, accedió a alquilar la casa por 500 pesetas al mes. La casa era conocida como “el buque”, debido a que cuenta con un diseño en forma de buque. Una vez efectuado el alquiler, comenzaron las tareas de adecuación, con la ayuda de varios voluntarios. La adecuación tardó aproximadamente un año y medio en completarse.

El 23 de febrero de 1989 la familia pastoral se trasladó, ya de forma permanente, con los internos (chicos) y con el responsable del piso de Burlada, Juan Berraondo, a la casa alquilada en Ibero. El Pastor y director del Centro mantenía su trabajo secular a la vez que atendía a la parroquia y al Centro.

Dentro del terreno de la casa de Ibero se construyó un taller para realizar los diferentes trabajos externos que se iban consiguiendo. Además, el Centro comenzó a recibir ayudas diversas, como por ejemplo la de una panificadora de Pamplona, a la que se pidió poder coger el pan del día anterior. El dueño de la panificadora mostró buena disposición para ayudar al Centro con pan del mismo día, y así ha sido desde entonces. Fue en Ibero donde el Centro disfrutó de la primera televisión a color. Desde entonces es costumbre en el Centro ver una película, internos y responsables juntos, los viernes por la tarde. El equipo terapéutico, formado entonces por los cuatro responsables, se reunía cada noche para organizar el día siguiente. Con el paso del tiempo, este equipo fue poco a poco creciendo.

Traslados

Debido a que el Centro comenzó a crecer, se vio la necesidad de separar chicos de chicas. En un principio las chicas se trasladaron al piso de Rosa Montes (voluntaria del Centro) en el barrio de Mendillorri, Pamplona. Al cabo de unos meses, se alquiló una casa en Muru-Astráin, a la que se trasladaron los chicos, mientras que las chicas regresaron a la casa de Ibero. El paso por esa casa duró sólo un año.

Casa en Ciriza

Finalmente se consiguió un alquiler de una vieja casa en Ciriza, un pueblo a unos 10km de Pamplona. Esta fue la casa de las chicas hasta el año 1995.

Emplazamiento actual

En el año 1995 se compró un campo de girasoles, el terreno donde actualmente se encuentra el Centro. Se comenzó edificando una casa denominada “Compasión”. A lo largo de los años se ha ido ampliando la infraestructura del centro. En el año 2002 se creó un proyecto de edificación para unificar la Asociación en un único emplazamiento. A día de hoy cuenta con cinco edificios donde viven los beneficiarios y los responsables de la asociación: “Compasión”, “Gracia”, “Gozo”, “Gloria”, “Honra”[4]. Además, el centro cuenta con un taller para realizar los trabajos externos, y un polideportivo.

Funcionamiento del Centro

Equipo humano

El centro cuenta con 15 profesionales en plantilla[5]:

Además, cuenta con 293 socios y 285 voluntarios activos, de los cuales 83 son voluntarios habituales, que acuden semanalmente al centro para realizar labores que complementan el trabajo de los profesionales, y para atender necesidades básicas de los beneficiarios. La edad media del voluntariado oscila en torno a los 41 años.

Programas

Actualmente el Centro lleva a cabo 5 programas[6]:

  • Acogida

Se atiende a personas en situación de emergencia social y vulnerabilidad, que se encuentran sin hogar y con imposibilidad de sostenerse económicamente por sus propios medios. Por ejemplo, personas que por diferentes motivos no pueden acceder a la Renta de Inserción Garantizada, mujeres que han sufrido violencia de género, minorías étnicas y culturales.

  • Acogida Familiar

Situación análoga al programa anterior, pero dirigida a familias o parte de las mismas que presentan alteraciones de conducta en hijos menores de edad.

  • Trastorno por dependencias

Personas que presentan dependencias adictivas de diversa naturaleza, como dependencias a tóxicos, dependencias sexuales, dependencias a nuevas tecnologías, ludopatía, etc.

  • Trastorno mental

Personas con trastornos mentales leves o moderados que, tras valoración por los servicios psiquiátricos públicos, no precisan de internamiento en institución especializada.

  • Trastorno dual

Personas que padecen simultáneamente trastorno mental y trastorno de adicción.

Metodología

En el momento en el que una persona ingresa en el centro, se realiza una Programación Anual Individualizada (PAI) con objetivos concretos para cada beneficiario, adecuado a las necesidades específicas que presenta. Las fases de adaptación son las siguientes:

  1. Fase de adaptación, en la que el usuario se acomoda a las normas del centro. Se elabora una estrategia de intervención personalizada, asignando un personal técnico para poder llevar a cabo el Acompañamiento Social.
  2. Fase de rehabilitación. Es la fase de mayor duración. Se equipa a los beneficiarios de las herramientas que necesitan para hacer frente a sus responsabilidades y a la resolución de los conflictos que surgen durante la intervención.
  3. Fase de reinserción: tiene como fin insertar integralmente a la persona en la sociedad. Durante esta fase el beneficiario inicia los primeros contactos a nivel laboral fuera del centro, y realiza salidas de larga duración al entorno familiar. Esta fase acaba con el alta del programa. En todo el proceso se mantiene un seguimiento personalizado con las empresas implicadas, así como con la familia, para la resolución de las dificultades que puedan presentarse en estos dos entornos: el familiar y el laboral.

Requisitos de ingreso

El ingreso es un acuerdo entre el solicitante y el centro. Se puede interrumpir bien por haber alcanzado los objetivos de inserción o bien por el abandono voluntario del beneficiario. Los requisitos para el acceso son:

  • Encontrarse en situación de vulnerabilidad social por situación de riesgo o exclusión social.
  • Adecuación de los servicios que ofrece el Centro al perfil y necesidades que tiene el posible beneficiario.

Vías de Ingreso

Existen cuatro vías de ingreso:

  1. Servicios sociales
  2. Centro Penitenciario de Pamplona.
  3. Complejo Hospitalario de Navarra y la Red de Salud Mental.
  4. Solicitud directa del interesado o de la familia.

Actividades

Dentro de cada proyecto de intervención se establece un horario adecuado a cada usuario, con algunas actividades grupales y otras individuales, siguiendo como hoja de ruta la consecución de los objetivos trazados en la Programación Anual Individualizada (PAI). Las actividades son:

  • Entrevistas individuales.
  • Historiales biográficos.
  • Prevención y promoción de la salud.
  • Acompañamiento social.
  • Salidas familiares.
  • Inserción sociolaboral.
  • Participación asociativa.
  • Actividad lúdica (juegos grupales, excursiones, paseos, salidas a la piscina durante los meses de verano, etc.)

Formación

La formación ofrecida en el centro está destinada a la plantilla, los voluntarios y los beneficiarios. Se proporciona ayuda en la enseñanza reglada en los niveles de la Educación Secundaria Obligatoria/ESPA, Bachillerato, etc. En la enseñanza no reglada, se interviene impartiendo clases de apoyo en diversas áreas (carnet de conducir, lengua española, etc.)

Enlaces externos


Referencias