Ascenso de Ganímedes (por Andres Irasuste)

De borradopedia
Ir a la navegación Ir a la búsqueda

El artículo sucumbió a un borrado rápido. Ver el registro de borrado en Wikipedia


El Ascenso de Ganímedes

Introducción:

El Ascenso de Ganímedes es el nombre popular que ha ido adquiriendo en las redes sociales una obra polémica de carácter revisionista, escrita por el Psicólogo uruguayo Andrés Irasuste, cuyo título completo y original es “Revolución sexual, subversión cultural y Psiquiatría: el Ascenso de Ganímedes”. Habiéndose publicado en la tienda de Amazon para distintos países en el año 2017 (tanto en formato digital como en papel), la obra ha suscitado ciertas controversias.

Dicha obra se emplaza en el terreno de la psicología y de las ciencias de la salud mental, aunque su perfil es netamente transdisciplinario, recurriendo a una variedad de disciplinas (historia, antropología, neurociencias, filosofía, etc) con la finalidad de trazar una historia alternativa y una suerte de “deconstrucción”, una genealogía crítica de la teoría de la identidad de género, el devenir conceptual de ciertas prácticas sexuales para la psiquiatría contemporánea, así como exponer la infiltración de la llamada “nueva izquierda" gramsciana (sobre todo a partir del Mayo del 68) en diversas Universidades, institutos y organizaciones de la sociedad civil, que finalmente han instalado, en el correr de las últimas décadas, una nueva hegemonía cultural neomarxista, incluso mas allá de Occidente, con la finalidad de transformar a las “minorías sociales” en el nuevo agente del cambio social y revolucionario tras el aburguesamiento del proletariado histórico clásico, la caída del Muro de Berlín y la implosión de la Unión Soviética. En este sentido, el autor establece un enlace directo de este fenómeno con la Escuela neomarxista de Frankfurt,[1] especialmente las teorizaciones del ideólogo revolucionario Herbert Marcuse. Hoy, ciertos sociólogos ya hablan de una "geopolítica de la revolución gay" mundial, como Frederic Martel,[2] siendo un logro simbólico y emblemático la iluminación con los colores del Gay Rainbow de la propia Casa Blanca en 2015, tal como muestra la portada de la obra de A. Irasuste.

La obra de dicho autor se conecta respecto a su enfoque con algunas otras de renombre, y en habla castellana particularmente con El Libro Negro de la nueva izquierda: Ideología de género o subversión cultural (2016), escrito en coautoría por el periodista Nicolás Márquez y el politólogo Agustín Laje, ambos argentinos, quienes ya han mantenido diversas confrontaciones y debates mediáticos con ideólogos de la teoría de género, de la izquierda progresista y distintas figuras LGBTIQ en Latinoamérica. Otra obra relacionada es La Guerra Invisible: Acción Psicológica y Revolución Cultural (2017), de los argentinos Dr. Pablo Dávoli y el Licenciado Lucas Carena, la cual se centra en los complejos procesos de ingeniería social diseñados para subvertir la cultura Occidental y Cristiana a nivel global. Ciertos artículos escritos por A. Irasuste, publicados ya antes en medios alternativos, de algún modo preludian la obra aquí aludida, sitios como Ateneo Cruz del Sur, Prensa Republicana, Debatime y Fundación Libre (todos sitios argentinos comprendidos dentro de un espectro emergente de nuevas derechas alternativas).

  • Significado del nombre de la obra:

Ganímedes refiere a una figura mitológica helénica de la Antigüedad. Tratándose en el mito de un pastor y príncipe troyano de profusa belleza, el cual es raptado por el dios Zeus bajo la forma de un águila, este se lo lleva a su morada en el Olimpo para transformarlo en su copero y servidor íntimo, en su amante, a cambio de inmortalidad y ambrosías celestiales. Así, Ganímedes asciende por los cielos hacia su nueva vida atrapado por las garras de Zeus. De esta manera, el autor apela a este mito antiguo, a esta figura, para transformarla en la metáfora de un proceso histórico moderno, al cual disecciona a través del estudio de diversas fuentes anglosajonas, francesas y germanas, que abarcan temáticamente desde los helenos hasta la actualidad, apelando al método de la revisión y el contraste de información respecto al discurso predominante esbozado por las autoproclamadas minorías sociales en el hoy, las cuales habrían instalado un discurso unidimensional en las academias de todo el mundo.

No obstante, la obra no consiste en una suerte de “historia de la homosexualidad” -explica el autor en su prólogo-, sino que dicho ejemplo es tomado como elemento de análisis para intentar mostrar cómo ciertas agrupaciones operan en el sentido de la construcción e implementación de un consenso cultural que va reemplazando a otro sigilosamente en nombre de dos ideas: el progreso de inclusión democrática y el igualitarismo modernos, dos insignias del caballo de Troya del discurso de los Derechos Humanos.

  • Tesis central de la obra:

La polémica tesis central de la obra (o al menos una de las tantas), consiste en la afirmación de que en el año 1973 en los Estados Unidos, ciertos grupos civiles organizados y violentos, conectados a una nueva prensa emergente y neomarxista alternativa de turno, como asimismo a las más prestigiosas Universidades de dicho país, llevaron adelante un golpe de estado técnico al consenso científico predominante dentro de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), mediante lo cual, con técnicas y tácticas como el piquete, la violencia física, la intimidación propagandística, el copamiento de medios de comunicación, el sabotaje profesional de simposios científicos del staff de la APA, así como la pérfida difamación mediática de los especialistas de turno (grandes eminencias de las ciencias de la salud mental, según el autor), logran des-psiquiatrizar y des-patologizar el concepto de Homosexualidad, hasta entonces presente en el catálogo de patologías mentales en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), el cual es de uso internacional. A este proceso el autor lo denomina “Putsch en la APA” ( del término alemán que significa “golpe”), y habría sido efectuado precisamente por grupos de minorías activistas de lo que más recientemente se conoce como grupos LGBTIQ (Lesbian, Gay, Bisexual, Trans, Intersex and Questioning), cuya expresión organizacional máxima son diversos lobbies de presión a nivel mundial. Esto habría sido el resultado de décadas de lucha contracultural por la obtención de una nueva hegemonía cultural, lo que los psicólogos sociales norteamericanos denominan “manufacturing the consent” (fabricación del consenso público, de la opinión pública), para de este modo, en medio de la efervescencia, el caos y los ecos del Mayo del 68 y de la revolución sexual en los Estados Unidos, arribar a un nuevo consenso por permeación cultural y aceptación gradual de un nuevo orden de ideas, donde no habría habido absolutamente ningún argumento científico que legitimara a estos grupos, ni siquiera debates que cumplieran las mínimas condiciones y garantías académicas y de bioética en materia de investigación científica. Algunos de los grupos que el autor alude son: The Mattachine Society, Ilga, National Gay and Lesbian Task Force, NAMBLA, GLAAD, Human Rights Campaign, F!, IWHC, entre otros. Estos grupos y organizaciones, no sólo se financiarían con dinero público [3] debido a sus contactos políticos, sino por grandes magnates como George Soros y David Rockefeller, quienes a través de diversos programas de investigación y sus respectivas fundaciones filantrópicas, promoverían una agenda globalista para la destrucción y disolución de los esquemas básicos de relacionamiento entre los individuos, [1] -históricos y antropológicos-, que han sido siempre las bases de la civilización Occidental y Cristiana. Dentro de los Estados Unidos, acorde al autor, su plataforma político-partidaria por excelencia es el Partido Demócrata, al cual financian con cuantiosas sumas de dinero, situación que ya denunciaba hace décadas el congresista republicano William Dannemeyer en una obra titulada Shodow in the Land: Homosexuality in America, del año 1989. Más aún, estos grupos así promovidos y financiados, habrían instalado no sólo en la APA, sino en el propio Congreso de los Estados Unidos y en la UNICEF oficinas y comisiones permanentes, con diversas fundaciones a modo de tapadera, quienes ejercerían una vigilancia y la prosecución de su propia agenda LGBTIQ, en nombre de la democracia y de los derechos humanos a nivel mundial. Dicha agenda consistiría en la propaganda e instauración de "sexualidades alternativas”, el LGBT parenting, la instigación del aborto por multinacionales como Planned Parenthood en países del Tercer Mundo, el multiculturalismo, la declinación histórica de los modelos de masculinidad tradicionales promovida por los grandes mass media de la industria del entretenimiento, así como la búsqueda de un igualitarismo feroz entre hombre y mujer que iría mucho mas allá de su respectiva igualdad ante la ley.

Entonces, y de este modo las minorías, en tanto agentes sociales revolucionarios, habrían logrado la instauración de la contra-cultura de los años 60s como la nueva normalidad cultural actual. La vieja contracultura de "las melenas, las orgías y las drogas" sería entonces la nueva normalidad del consenso social, instigada incluso por medio de una filosofía de la violencia por intelectuales como Herbert Marcuse en discursos brindados en Universidades sionistas, como el famoso discurso en la Brandeis University en EEUU, en el cual Marcuse hace apología explícita de la violencia a las juventudes revolucionarias: "Yo creo que para las minorías oprimidas y subyugadas existe un 'derecho natural' de resistencia a emplear medios extralegales una vez que los legales se hayan revelado insuficientes (...) Si aplican la violencia, no comienzan una nueva cadena de actos violentos, sino que rompen la establecida. Como se les ha de golpear, conocen el riesgo, y si están decididos a aceptarlo, ningún tercero, y menos que nadie el educador y el intelectual, tiene derecho a predicarles abstención." [2]

Irasuste cita diversas fuentes de activistas estadounidenses que con su propia pluma expresan haber sido testigos de época o participantes implicados directamente en el propio proceso:

"El episodio de esta desclasificación rocambolesca [de la homosexualidad] fue uno de los grandes escándalos de la historia de la psiquiatría (...) incapaz de definir científicamente la naturaleza de la homosexualidad, la comunidad psiquiátrica cedió, de manera demagógica, a la presión de la opinión pública, y organizó una votación sobre un problema que, como cualquiera podrá comprender, no correspondía en absoluto a una decisión electoral. Trece años después, en 1987, sin la más mínima discusión teórica, la APA eliminó la palabra 'perversión' de la terminología psiquiátrica mundial para reemplazarla por el ridículo término de 'parafilia', que permite disolver la noción misma de homosexualidad." (Roudinesco, Elisabeth, 2003, p. 200)"

Otro ejemplo podría ser el del activista gay e historiador Michael Bronski, dicho también a texto explícito:

"In December 1973 (...) the American Psychiatric Association, after being lobbied by lesbian and gay activists and professionals within the organization, voted to formally drop homosexuality from the Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM)." (2011, p. 218)

"En diciembre de 1973, la Asociación Americana de Psiquiatría, después de haber sido presionada por activistas y profesionales lesbianas y homosexuales dentro de la organización, votó a favor de eliminar formalmente la homosexualidad del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM)" (Ibídem)

La obra de A. Irasuste abunda en más citas de este tipo, sistemáticamente seleccionadas y ordenadas, siendo la fuente principal, quizás, la del activista y testigo de época Ronald Bayer,[4] quien narra plenamente lo sucedido -en consonancia con lo anterior- en una obra titulada Homosexuality and American Psychiatry: The Politics of Diagnosis, de 1987, en donde describe estos sucesos como "el plan guerrilla" de estas minorías. Más aún, Irasuste indaga en las declaraciones y actas de los propios nuevos psiquiatras que instalaron este consenso una vez que desplazaron a los antiguos científicos, nuevas figuras como Charles Silverstein, Judd Marmor, Robert Campbell y otros, todos autodeclarados homosexuales y rabiosos activistas "gay pride", donde confiesan abiertamente el proceso antedicho. Irasuste insiste, una y otra vez, que lejos de ser una cuestión de interpretación subjetiva, la evidencia está "a texto expreso". [5]

A partir de esto, Irasuste señala que hoy, los sucesores generacionales de aquellas viejas figuras pretenden tergiversar el relato y hasta efectuar un negacionismo de la realidad histórica, negando deliberadamente (por complicidad, omisión o desconocimiento) lo ocurrido. Un ejemplo de esto son las declaraciones de la activista lesbofeminista Beatriz Gimeno, del partido político español de ultra izquierda marxista y pro-chavista Podemos:

“El poder rosa es un mito homófobo. Ojalá fuera real. Todos los grupos tienen derecho a tener un grupo de presión. Por lo que vemos, nuestra capacidad de presión no es muy grande. Espero que el poder rosa sea cada vez más poder”.[6]

A la luz de las indagaciones de Irasuste, lo que Gimeno señala como "poder rosa" sería, muy por el contrario, una fuerza histórica poderosa. Siguiendo los pasos del estudioso norteamericano Robert Reilly, Irasuste escribe lo siguiente: "Robert R. Reilly (miembro del American Foreign Policy Council y ex asesor de Ronald Reagan), (...) afirma algo muy controvertido: ha dicho muy recientemente que los gay lobbies, por medio de la racionalización de la homosexualidad, han minado e incluso devastado (sic) instituciones como la Justicia, las Fuerzas Armadas, la educación, los Boy Scouts, la ciencia y la Psiquiatría, así como la diplomacia en los Estados Unidos."

A su vez, afirma el autor, estos presuntos lobbies ya han mostrado claras señales de emprender la búsqueda de la des-patologización de la pedofilia, como también del incesto y otras parafilias sexuales altamente psicopatológicas. Para ello, cita a diversas figuras del mundo jurídico (como el juez australiano Garry Neilson, intelectuales de renombre como Michel Foucault, Jacques Derrida, Gianni Vattimo o Guy Hocquenghem, a la propia APA en sus comunicados oficiales, así como a organizaciones como NAMBLA, la cual ha sido incluso perseguida por el FBI en los Estados Unidos por manejo de pornografía infantil y propaganda de la pedofilia y la homo-pederastia. Esta última organización, camuflada dentro de agrupaciones más globales y moderadas como Ilga International, fue infiltrada por el agente encubierto del FBI Bob Hamer (quien lo narra en un libro de su autoría, The last Undercover. The true Story of an FBI Agent's dangerous dance with Evil, del año 2008), y en gran medida desmantelada, aunque no está claro si aún continúa operativa. En 2013 se manejó en los medios internacionales que la pedofilia iba rumbo a ser considerada una orientación sexual más del deseo por parte de la APA. Lejos de desmentirlo, la APA publicó un comunicado oficial afirmando que tal "error" sería corregido en la versión electrónica y posteriormente impresa del manual DSM 5. A la fecha, el link en Internet ha sido dado de baja, pero aún se pueden apreciar importantes artículos periodísticos al respecto, en períodicos como el Washington Post, Life Site News, etc. Entonces, afirma Irasuste: "Sorprendentemente, un político con visión sobre su país como resultó ser William Dannemeyer, en 1989 predijo que, si la ciencia de la salud mental quedaba en manos de las organizaciones activistas, llegaría el día en que una conducta como la pedofilia sería vista, de modo natural, como una mera variante más de la sexualidad humana. (1989, p. 38)".

Por otro lado, el autor alude a las investigaciones de Walter Schumm publicadas por Oxford, donde se demostraría que los hijos adoptivos de hogares homoparentales sí tienen, en efecto y acorde a esto, mayores chances de desarrollarse como homosexuales de adolescentes o adultos. [7]


Otras tesis de la obra:

  • El rol del feminismo de género:

En el proceso antes mencionado, el feminismo posterior al Mayo del 68, muy distinto del feminismo clásico de la modernidad ilustrada (a veces también llamado el primero “feminismo de tercera ola” o “neofeminismo”), abogaría por prácticas y teorías radicales, tales como introducir a los hombres heterosexuales en campos de concentración[8] (tesis esbozada por la columnista Julie Bindel del prestigioso diario británico The Guardian), el llamado feminismo lesbiano o “lesbofeminismo” (con exponentes como Andrea Dworkin, Monique Wittig y Sheila Jeffreys), una guerra ideológica y psicológica hacia los varones heterosexuales (descrita por el sociólogo Gilles Lipovetsky como “sexual warfare”, guerra entre sexos), la hípersexualización infantil de la mano de Shulamith Firestone, así como la práctica promovida del aborto transformada en un ítem ideológico en caso de ser el feto de sexo masculino, o la transformación del sexo biológico en género a-priori, según propone Judith Butler. Según el autor, estos grupos, con distintos brazos tanto en las academias como en el mundo de un oscuro activismo social y político underground, han estado detrás del proceso (anteriormente descrito como tesis central del libro), desde hace más de 60 años, abogando por una estrategia revolucionaria gramsciana. De ser esto así, afirma el autor que la estrategia final empleada es similar a la de los bolcheviques respecto a los socialdemócratas de la primera mitad del siglo XX: utilizar las expresiones ideológicas y políticas “moderadas” para encubrirse, y así, paulatinamente construir el consenso psicosocial revolucionario generación tras generación, con una eventual toma del poder político institucional que desencadenaría las acciones más radicales y trágicas, tal como ocurrió en Rusia en 1917. De este modo, pareciera consolidarse una de las tesis marcuseanas de un “socialismo feminista”[9] que brega por la destrucción de la moral occidental tradicional. El discurso anti capitalista impregna unánimemente el conjunto de planteos de estas figuras, autoproclamadas marxistas, y toda esta miríada de elementos conformarían el rostro central de eso que algunos denominan "postmodernidad" o "ultra-modernidad".

  • Concepción de naturaleza humana:

Contrariamente a lo que estos lobbies han logrado establecer como paradigma en las academias, el autor pretende demostrar que el sujeto humano no es una mera “construcción social” derivada de un conjunto de relaciones sociales (tesis de matriz marxista por excelencia), sino que apelando a diversos enfoques psicológicos y neurocientíficos de actualidad, existirían muchas tendencias y rasgos innatos al individuo de la mano de la biología, los cuales no serian susceptibles de ser cambiados en función de planes ideológicos ni con ingeniería social planificada. Para esto, el autor rescata los estudios emprendidos en los años 90s hasta la actualidad por diversos científicos como Dean Hamer,[10] B. Kreukels[11], Thomas Bevan[12] y Simon Le Vay[13] (entre otros), los cuales han demostrado que tanto la homosexualidad como la transexualidad poseen un componente genético y neurobiológico innegable, (a pesar de que el debate se halla abierto al día de hoy), así como el factor de la la hormonización del cerebro fetal,[14] la cual determinará rasgos y conductas a futuro.

De esta manera, el autor rechaza la concepción del sujeto humano como "tabula rasa", en la cual el conjunto de las relaciones sociales dominantes imprimirían el rostro de la subjetividad humana en una especie de lienzo en blanco carente de rasgos a-priori, moldeable en función de ideologías. El autor asevera que dicho subterfugio epistemológico es adoptado deliberadamente porque es funcional a la matriz marxista de la ideología de género, la cual va de la mano de la tesis medular del marxismo de que el ser de la consciencia, y al parecer el sujeto mismo, se explicarían por su ser social. Así, el autor rechaza toda teoría cuya matriz se base en una noción socio-constructivista, tal como la teoría de género, la cual propone que el sujeto, tanto en su identidad como en su orientación sexual, sería "una construcción social". Esto ubica a Irasuste en la línea de psicólogos evolutivos como Steven Pinker, de la Universidad de Harvard, cuya obra The blank Slate. The modern denial of Human Nature (2002) es citada por el uruguayo.

  • La disyuntiva sobre lo sano y lo patológico:

En vista de lo anterior, surge inevitablemente la pregunta de si acaso el autor pretende "re-patologizar" a los grupos LGBTIQ, yendo a contrapelo de décadas de "avances sociales" en la materia y de todo el consenso establecido políticamente correcto. Ciertamente, el autor no adopta una postura explícita que apoye una eventual repatoligización de estas agrupaciones y segmentos poblacionales, aunque lo que sí hace es presentar una serie de estudios sociológicos y psicológicos llevados a cabo por Universidades de renombre en el siglo XXI (como la Universidad de Michigan, Universidad de Trondheim, centros independientes como el National Center for Lesbian Rights, organismos como el Family Research Council;, etc), en donde todos confluyen en ciertos aspectos esenciales, como el hecho de que los miembros de estas comunidades (como indican incluso investigaciones longitudinales publicadas en artículos académicos) presentan tasas de suicidio, conducta antisocial, trastornos de personalidad, depresión, rasgos desadaptativos de conducta, drogodependencias, promiscuidad sexual, violencia en la pareja y conductas parasuicidas en porcentajes que duplican (y a veces más) al grueso de la población heterosexual corriente. [15] [16] [17] [18] [19] [20] [21]

Escribe Irasuste: "Los muy recientes estudios de Luk Gijs, Ellis van der Putten-Bierman & Griet de Cuypere también lo confirman: en USA, la tasa de suicidio de la población trans (incluso luego de la intervención quirúrgica deseada) asciende a 800 cada 100 mil habitantes, en contraste con la población general, cuya tasa de suicidio es de 11,5 cada 100 mil habitantes. Asimismo, se observa una alta frecuencia de trastornos del humor, de ansiedad y de desregulación emocional. En el Norte de Europa, la prevalencia crónica de estos trastornos es del 25% en la población general, mientras puede ascender al 70% en la población con disforia de género. (Kreukels et al, 2014, pp. 255-276)".

De este modo, se deja librada al lector la eventual conclusión que este desee extraer, aunque sí establece que los antiguos miembros desplazados de la APA, como el psiquiatra Charles Socarides, Robert Spitzer, Richard Isay o Irving Bieber, no se hallaban tan equivocados a la luz de investigaciones recientes. Afirma el autor que la hipótesis de la OMS, de que este porcentaje de patologías se deba acaso a la "presión social" ejercida sobre estos individuos se torna harto dudosa, debido a que países como los nórdicos, los Países Bajos o EEUU llevan décadas de progresismo cultural de vanguardia, y la cultura LGBTIQ se halla plenamente naturalizada. Así, el autor rechaza las explicaciones "socio-ambientalistas" como causa de todo ello, y adopta una postura un tanto innatista.

  • ¿Ideología de género o teoría de género?:

La idea de género (término extraído de otras disciplinas como la filosofía y la lingüística), surgió de la mano de sexólogos y psiquiatras como Robert Stoller y John Money. Este último lleva a cabo la realización de sus hipótesis experimentando con el famoso caso del niño Bruce Reimer a mediados del siglo XX, el cual culminó como un rotundo fracaso clínico y el suicidio trágico de dicho paciente tras un letargo de procesos de hormonización y de sugestión psicológica. [22] No obstante, se pretende que el género cumple los requisitos epistemológicos y metodológicos para ser considerada una teoría científica. El autor dirá, en cambio, que se trata de un conjunto de enunciados ideológicos, cuya operatividad última es la introducción de distorsiones cognitivas en la psiquis humana y en el ecosistema cultural. Planteos similares pueden ser vistos en documentales de divulgación, como el llamado "Lavado de cerebro" de la cadena noruega NRK, conducido por Harald Eia. [23] [24]

  • Antiguos vs. Modernos:

Por otro lado, en esta obra se critica la utilización de la "antropología transcultural" por parte de ciertos colectivos LGBTIQ, esto es, la justificación ontológica y cultural de prácticas sexuales extrañas y ajenas a nuestra civilización Occidental por el mero hecho de ser practicadas por lejanas etnias ágrafas en sitios recónditos del planeta, como por ejemplo Nueva Guinea [25] o el Himalaya. [26] El autor afirma que los activistas sociales e ideólogos del género echan mano a estos micro-universos morales y culturales numéricamente insignificantes para introducir el relativismo moral, ético, religioso, sexual y hasta psicológico, con el fin de legitimar y concretar sus propios anhelos ideológicos, para finalmente igualarlo todo. Lo mismo sucedería con culturas del pasado histórico, como los antiguos helenos o los romanos, quienes, si bien practicaban en su propio contexto cultural las relaciones homoeróticas, lo hacían de una forma altamente reglada y con significados rituales, pedagógicos (como el erómeno y erastés helénicos) y hasta mitológicos que nada tendrían que ver con las demandas LGBTIQ en nuestra era moderna contemporánea. De este modo, el autor denuncia lo que él considera una falacia y un subterfugio ideológico altamente destructivo, el cual introduce una distorsión cultural por la vía del relativismo epistemológico y moral, así como el manejo espurio de la ciencia histórica y antropológica con fines inconfesables. El autor parecería bregar por una especie de reivindicación identitaria del Occidente Cristiano.

  • Edad Media:

Apelando a historiadores como John Boswell, Edward Peters, Jean Verdon o Cristian R. Iturralde, el autor sostiene que, lejos de haber sido la Edad Media cristiana una era de inefables represiones hacia los homosexuales (como comúnmente se la considera), la entonces práctica de la sodomía conformaba la lista de un pecado más entre tantos otros (como el adulterio, la usura o la mentira), no estando así sujeta a castigos ni represiones peculiares o especialmente severas en su naturaleza, así como tampoco la sexualidad en general, según promueve Hollywood, el cual operaría como un Ministerio de Propaganda.

  • Violencia de género y derechos de la mujer:

En función de lo anterior, el autor rechaza el concepto de que exista una violencia "de género", siendo en cambio la violencia algo sistémico, recíproco y bidireccional entre actores y estructuras de la sociedad. De hecho y al parecer, esta tesis no era ajena, después de todo, a pioneras de la asistencia social como Erin Pizzey, a quien le valió el ser perseguida por los propios lobbies feministas, teniendo que exiliarse a si misma de Inglaterra.[27] Por otro lado, Irasuste reflota estudios un tanto soslayados en el tiempo, como los compilados por Kerry Lobel,[28] en donde se estudia en profundidad la enorme violencia vincular en parejas de lesbianas en los años 80s en EEUU, basadas en el "gay battering", la intimidación, el chantaje emocional e incluso el abuso sexual de ciertas mujeres hacia otras. Valiéndose de historiadores revisionistas como Ernst Nolte o Martin van Creveld, el autor señala a su vez que en diversos países las mujeres gozaron de leyes y protecciones sociales antes que los hombres, como ser la Factory Law de 1844 en Inglaterra (y al poco tiempo en Alemania y otros países), la cual restringía la cantidad de horas trabajadas por mujeres, la progresiva inserción laboral de la mujer del mundo industrial en tiendas, oficinas y modernas centrales telefónicas, o las pensiones por maternidad otorgadas antes de 1935 en países como Estados Unidos. Si bien es cierto que el sufragio fue antes masculino que femenino, en perspectiva histórica de larga duración (siguiendo a Nolte), jamás fue el derecho de ninguna mayoría masculina dentro del orden tradicional, siendo su aparición bastante simultánea en el tiempo.

  • El Patriarcado:

Todo esto en conjunto, acorde al autor, da por tierra la tesis de que acaso vivamos bajo un "sistema patriarcal" según plantea la ideología de género. En esta obra, se apunta a demostrar que el discurso sobre el patriarcado es uno de los subterfugios ideológicos por excelencia del feminismo de género y de los grupos LGBTIQ en general, con la finalidad de inyectar una guerra psicológica maniquea entre los sexos (cuestión criticada incluso por feministas como Elisabeth Badinter), y de ese modo la producción de antagonismos dialécticos marxistas dentro de la sociedad, esta vez ya no la lucha de clases del marxismo clásico, sino la guerra entre sexos del nuevo marxismo cultural. Ante esta situación, el individuo postmoderno está sujeto a vínculos tormentosos, volátiles, confusos e impredecibles que no sólo generan un padecimiento existencial y afectivo, sino que atenta contra la consolidación de la familia, unidad primordial para el florecimiento de toda cultura y toda sociedad. Más aún, esto ha llevado al diseño de políticas altamente injustas para los varones, como la ley de género en España creada por el PSOE, en donde cientos de miles de hombres habrían sido víctimas por falsas denuncias de violencia de género. Asimismo, esto habría llevado a cientos de miles de hombres a perder el contacto con sus hijos por motivos espurios, provocando un fuerte padecimiento afectivo y alienación parental, situación en la que incluso se censurarían las críticas a esto, como el documental argentino "Borrando a papá".

  • Críticas:

Obras de esta índole a veces son tildadas por sus detractores como "complotistas" o "conspiracionistas", siendo así por ejemplo en las redes sociales. No obstante, el autor ya de antemano en su prólogo toma los recaudos del caso, y afirma que todo lo expuesto se halla expresado a texto explícito por las propias figuras que pergeñaron los hechos. Dice Irasuste: "Si por “conspiración” acaso se entiende algo así como un extraño complot secreto elaborado tras las sombras, veremos que aquí, en cambio, los enunciados y acciones de diversos actores son bien públicos y explícitos desde hace décadas. Jamás puede tratarse de una “conspiración”, dado que aquí la clave ha sido la conquista y el modelado de la opinión pública a través de los medios masivos y de la acción psicosocial militante, y nada de ello puede llevarse a cabo en el silencio." A la fecha, no se han presentado refutaciones a sus argumentos.

Enlaces externos:

Trailer de la obra de Andrés Irasuste


Referencias:

  • APA to correct manual: Pedophilia is not a ‘sexual orientation’.
  • APA: Classifying pedophilia as a ‘sexual orientation’ was an ‘error’.
  • Comunicado de la APA (Octubre de 2013) sobre corrección de su borrador (link luego dado de baja)
  • Bailey, Michael et al. (2016) Sexual Orientation, Controversy, and Science. Association for Psychological Science (APS). Vol. 17(2), pp. 45–101. DOI: 10.1177/1529100616637616
  • Bayer, Ronald. (1987) Homosexuality and American Psychiatry: The Politics of Diagnosis. New Jersey: Princeton University Press.
  • Bevan, Thomas E. (2015) The Psychobiology of Transsexualism and Transgenderism: A New View Based on Scientific Evidence. California: ABC-CLIO.
  • Borrando a Papá. Documental argentino, producido por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) & San Telmo Producciones. Dirección de Ginger Gentile y producción de Gabriel Balanovsky. Recuperado del sitio A voice for men: http://spa.avoiceformen.com/hangouts/borrando-a-papa-documental-argentino/
  • Boswell, John. (1997) Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad. Barcelona: Muchnik.
  • Bronski, Michael. (2011) A Queer History of the United States. Boston: Beacon Press.
  • Butler, Judith. (2010) Deshacer el género. Barcelona: Paidós Ibérica.
  • Dannemeyer, William (1989) Shadow in the Land. Homosexuality in America. San Francisco: Ignatius Press.
  • Drescher, Jack & Merlino, Joseph. (2007) American Psychiatry and Homosexuality. An oral history. (Drescher & Merlino Ed.) New York: Harrington Park Press.
  • Dworkin, Andrea. (2007) Intercourse. New York: Basic Books.
  • Echols, Alice. (1989) Daring to be bad. Radical Feminism in America, 1967-1975. Minneapolis: University of Minnesota Press.
  • El 50% del presupuesto de la homosexual ILGA proviene directamente de la Comisión Europea. (2011, 9 de diciembre) Forum Libertas. Recuperado de http://www.forumlibertas.com/el-50-del-presupuesto-de-la-homosexual-ilga-proviene-directamente-de-la-comision-europea/
  • False accusations in Spain. (2010) (Documental de RV Production de Dinamarca sobre los resultados de la ley de violencia de género promulgada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero). Recuperado de http://www.youtube.com/watch?v=GjgBfklmYj8
  • Frances, Allen. (2013) Saving normal. An insider’s revolt against out-of-control psychiatric diagnosis, DSM-5, big pharma, and the medicalization of ordinary life. New York: HarperCollins Publishers.
  • Hamer, Bob. (2008) The last Undercover. The true Story of an FBI Agent's dangerous dance with Evil. New York: Center Street.
  • Hamer, Dean & Copeland, Peter. (1994) The science of desire. The search for the Gay Gene and the Biology of Behavior. New York: Simon & Schuster.
  • Herdt, Gilbert. (1997) Same sex, different cultures. Exploring gay and lesbian lives. Colorado (USA): Westview Press.
  • Hines, Melissa. (2004) Brain Gender. New York: Oxford University Press.
  • Hjernevask: likestilling paradoks (Lavado de cerebro: la paradoja de la igualdad). Documental noruego del año 2010, protagonizado por Harold Eia. NRK, Oslo. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=xi40knT1mKs
  • Hua, Cai. (2001) A Society without Fathers or Husbands. The Na of China. New York: Zone Books.
  • Isay, Richard. (1989) Being homosexual. Gay men and their development. New York: Avon Books.
  • Iturralde, Cristián. (2011) La Inquisición: un tribunal de misericordia. Buenos Aires: Dómine.
  • Jeffreys, Sheila. (1996) La herejía lesbiana. Una perspectiva feminista de la revolución sexual lesbiana. Madrid: Cátedra.
  • Kernberg, Otto. (1997) La agresión en las perversiones y en los desórdenes de la personalidad. Buenos Aires: Paidós.
  • Kreukels, Baudewijntje, Steensma, Thomas & de Vries, Annelou (2014) (Editors). Gender Dysphoria and Disorders of Sex Development. Progress in care and knowledge. New York & Heidelberg: Springer.
  • La violencia de género como industria millonaria: entrevista a Erin Pizzey. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=_qudWO79V-M
  • Le Vay, Simon. (2011) Gay, Straight, and the Reason Why. The science of Sexual orientation. New York: Oxford University Press.
  • Lehrman, Nathaniel. (2005) Homosexuality: some neglected considerations. Journal of American Physicians and Surgeons. Vol. 10 (3), pp. 80-82.
  • Lobel, Kerry et al. (1986) Naming the Violence. Speaking out about lesbian battering. Seattle: The Seal Press.
  • Management of Gender Dysphoria. A Multidisciplinary Approach. (2015) (Carlo Trombetta, Giovanni Liguori & Michele Bertolotto, Editors). Springer: New York. DOI 10.1007/978-88-470-5696-1
  • Marcuse, Herbert. (1983) Calas en nuestro tiempo. Marxismo y feminismo. Teoría y praxis. La nueva izquierda. Barcelona: Icaria.
  • Marcuse, Herbert. (s/f) Tolerancia represiva. Edición digital. Recuperado de http://es.scribd.com/doc/40946365/Herbert-Macuse-Tolerancia-Represiva
  • Martel, Frédéric. (2013) Global gay. Cómo la revolución gay está cambiando el mundo. Madrid: Taurus.
  • Molloy, Antonia. ‘Incest is no longer a taboo,' says Australian judge Garry Neilson. (11 de Julio, 2014) The Independent. Recuperado de http://www.independent.co.uk/news/world/australasia/incest-is-no-longer-a-taboo-says-australian-judge-garry-neilson-9599552.html
  • “La heterosexualidad provoca daños en la mujer.” (2015, 15 de Junio) La Gaceta (Madrid). Recuperado de http://www.gaceta.es/noticias/heterosexualidad-herramienta-politica-15062015-1352
  • Mustanski, Brian & Liu, Richard. (2012) A Longitudinal Study of Predictors of Suicide Attempts Among Lesbian, Gay, Bisexual, and Transgender Youth. Arch Sex Behav. DOI: 10.1007/s10508-012-0013-9
  • NISVS: An Overview of 2010 Findings on Victimization by Sexual Orientation. (2010) Recuperado de http://www.cdc.gov/violenceprevention/pdf/cdc_nisvs_victimization_final-a.pdf
  • Nolte, Ernst. (1990) Nietzsche und der Nietzscheanismus. Berlin: Propyläen & Verlag Ullstein.
  • Otis-Cour, Leah. (2000) Historia de la pareja en la Edad Media. Placer y amor. Madrid: Siglo XXI.
  • Paulk, Lauren. (2014) Sexual Assault in the LGBT Community. National Center for Lesbian Rights. Recuperado de http://www.nclrights.org/sexual-assault-in-the-lgbt-community/
  • Peters, Edward. (1989) Inquisition. Berkeley & Los Angeles: University of California Press.
  • Pinker, Steven. (2002) The blank Slate. The modern denial of Human Nature. New York: Viking Penguin.
  • Pizzey, Erin & Shapiro, Jeff. (1982) Prone to violence. Aylesbury: Hamlyn Paperbacks.
  • Reilly, Robert R. (2014) Making Gay Okay: How rationalizing homosexual behavior is changing everything. San Francisco: Ignatius Press.
  • Rice, George et al. (1999) Male Homosexuality: Absence of Linkage to Microsatellite Markers at Xq28. Science, Vol. 284 (5414), pp. 665-667. DOI: 10.1126/science.284.5414.665
  • Roberts, Scott. (2013, 26 de marzo) West Virginia US Senator Jay Rockefeller announces same-sex marriage support. Pink News. Recuperado de http://www.pinknews.co.uk/2013/03/26/west-virginia-us-senator-jay-rockefeller-announces-same-sex-marriage-support/
  • Roudinesco, Elisabeth. (2003) La familia en desorden. Buenos Aires: FCE.
  • Schumm, Walter. (2010) Children of homosexuals more apt to be homosexuals? A reply to Morrison and to Cameron based on an examination of multiple sources of data. Journal of Biosocial Science. Vol. 42, (6), pp. 721-742. DOI: https://doi.org/10.1017/S0021932010000325
  • Stoller, Robert. (1985) Presentations of Gender. Hew Haven & London: Yale University Press.
  • Van Creveld, Martin. (2013) The privileged sex. Israel: DLVC Enterprises.
  • Verdon, Jean. (2008) El amor en la edad Media. La carne, el sexo y el sentimiento. Barcelona: Paidós Ibérica.
  • Weinberg, George. (2010) Society and the Healthy Homosexual. New York: Macmillan.
  • Wheatland, Thomas. (2009) The Frankfurt School in Exile. Minneapolis: University of Minnesota Press.
  • Wichstrøm, L & Hegna, K. (2003) Sexual orientation and suicide attempt: a longitudinal study of the general Norwegian adolescent population. Journal of Abnormal Psychology 112 (1): pp. 144–151. DOI:10.1037/0021-843X.112.1.144
  • Wittig, Monique. (2006) El pensamiento heterosexual y otros ensayos. Barcelona: Egales.
  1. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  2. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  3. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  4. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  5. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  6. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  7. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  8. https://www.youtube.com/watch?v=Y1JQUG7doCE
  9. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  10. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  11. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  12. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  13. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  14. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  15. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  16. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  17. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  18. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  19. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  20. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  21. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  22. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  23. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  24. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  25. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  26. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  27. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".
  28. Error de Lua: Error interno: El intérprete ha finalizado con la señal "-129".