Anexo:Teoría de Robert Graves sobre el mito de la Atlántida

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Artículo principal: Atlántida Según el escritor y erudito británico Robert Graves la leyenda egipcia de la Atlántida no debería descartarse como mera fantasía, ya que esta pareciera datar del tercer milenio AEC, aunque la versión de Platón a la cual alude en los libros Critias y Timeo, y que según él le fue relatada al sabio griego Solón por los sacerdotes libios de Sais en el Delta de Egipto, habría sido injertada en una tradición posterior, acerca de cómo los cretenses minoicos, que habían extendido su influencia hasta Egipto e Italia, fueron vencidos por una confederación helénica encabezada por Atenas, y cómo, quizás a consecuencia de un terremoto submarino, las enormes obras portuarias construidas por los keftios («pueblo del mar», o sea los cretenses y sus aliados) en la isla de Faros se hundieron bajo varias brazas de agua, donde posteriormente han sido redescubiertos por los buzos. [1] [2]

Representación de la Isla de Faro

La identificación de la Atlántida con Faros

Las obras portuarias en la isla de Faros consistían en una dársena exterior y otra interior que juntas abarcaban unos doscientos cincuenta acres y dicha identificación explicaría por qué a veces Atlas era descripto como hijo de Jápeto, quizás el Jafet del Génesis a quien los hebreos consideraban hijo de Noé y antepasado de la confederación de la gente del mar, y otras veces Atlas era descripto como hijo de Poseidón, el patrono de los navegantes griegos. Jápeto podría ser un antepasado epónimo de la tribu cananea que llevó la leyenda mesopotámica del diluvio hacia Grecia.

Según Diodoro, cuando la mayoría de los habitantes de Grecia fueron destruidos por el gran diluvio, los atenienses olvidaron que habían fundado Sais en Egipto. Ésta pareciera ser una manera confusa de decir que después del hundimiento de las obras del puerto de Faros los atenienses olvidaron los vínculos religiosos que los unían con la ciudad de Sais, donde se rendía culto a la misma diosa libia Neith, o Atenea, o Tanit. [3]

Las instalaciones de agua caliente y fría en el palacio de Atlante así como el sacrificio de toros en columnas, referidos en el relato de Platón, sugieren que los descriptos son cretenses y no miebros de otra nación. El relato se hace confuso debido a la gran cantidad de elefantes que se dice había en la Atlántida, lo cual puede hacer alusión al marfil que llegaba a Grecia a través de la isla de Faros, aunque esto último podría provenir de la leyenda más antigua.

La ubicación de la Atlátida

El lugar donde estaba la legendaria Atlántida ha sido tema de numerosas teorías, si bien la influencia de Platón ha concentrado naturalmente la atención popular en el océano Atlántico. Hasta recientemente se suponía que la cordillera atlántica (que se extiende

desde Islandia hasta las Azores y luego se inclina hacia el sudeste hasta las islas Ascensión y Tristán da Cunha) era sus restos; pero los estudios oceanográficos demuestran que, aparte de esos picos, toda la cordillera ha estado bajo el agua durante por lo menos sesenta millones de años. Sólo se sabe de una gran isla habitada del Atlántico que hadesaparecido: la meseta llamada ahora Dogger Bank. Pero los huesos y utensilios recogidos con redes demuestran que el desastre se produjo en la

época paleolítica, y es mucho menos probable que la noticia de su desaparición la llevaran a Europa unos supervivientes que navegaran a la deriva por aquella gran extensión de agua a la que el recuerdo de una catástrofe diferente fuese llevada a la costa del Atlántico por los inmigrantes neolíticos muy civilizados provenientes de Libia, conocidos habitualmente como constructores de tumbas en galería. Éstos eran agricultores y llegaron a Gran Bretaña hacia fines del tercer milenio AEC., pero no se ha dado explicación alguna de su movimiento en masa hacia el oeste por Túnez y Marruecos hasta la España meridional y luego hacia el norte hasta Portugal y más allá.

Según la leyenda galesa de la Atlántida sobre los desaparecidos Cantrevs de Dyfed (imposiblemente situados en la Bahía de Cardigan) una fuerte oleada derribó los malecones y destruyó dieciséis ciudades. La irlandesa Hy Brasil, la bretona ciudad de Ys la región de Lyonesse en Cornualles (imposiblemente situada entre Cornualles y las islas Scilly), la frances a Ile Verte y la portuguesa Ilha Verde son todas variantes de esta leyenda.

Identificación de la Atlántida con el lago Tritonis

Debido a un error de interpretación y, al contrario de lo que se plasmó en los relatos de Platón, si lo que los sacerdotes egipcios dijeron realmente a Solón fuese que el desastre se produjo en el Lejano Oeste y que los sobrevivientes fueron «más allá de las Columnas de Heracles»,la Atlántida podría ser identificada fácilmente.

Es la región de los Atlantes, mencionada por Diodoro Sículo como un pueblo muy civilizado que vivía al oeste del lago Tritonis y al que las amazonas libias, es decir las tribus matriarcales descritas posteriormente por Herodoto, arrebataron la ciudad de Cerne.

A la leyenda de Diodoro no se la puede fechar arqueológicamente, pero él la hace preceder a la invasión libia de la s islas del Egeo y de Tracia, acontecimiento que no pudo haberse producido después del tercer milenio AEC. Por lo tanto, si la Atlántida era la Libia occidental , las inundaciones que la hicieron desaparecer pueden haberse debido a una lluvia fenomenal como la que causó los famosos diluvios mesopotamio y ogigiano, o a una marea alta con un fuerte viento del noroeste, como la que se llevó una gran parte de los Países Bajos en los siglos XII y XIII y formó el Zuider Zee o a un hundimiento de la región costera.

En efecto, la Atlántida puede haberse hundido al formarse el lago Tritonis el cual, según parece, abarcaba en un tiempo varios millares de millas cuadradas de las tierras bajas libias, y quizá se extendía hacia el norte hasta el golfo occidental de Sirte, al que el geógrafo Escilax llamó «el golfo de Tritonis», y donde los peligrosos arrecifes indican que existía una cadena de islas de las que sólo sobreviven Jerba y Kerkennahs.

La isla que quedó en el centro del lago mencionado por Diodoro era quizá la Chaamba Bou Rouba en el Sahara. Diodoro parece referirse a esa catástrofe cuando dice en su relato de las Amazonas y los Atlantes [4] «Y se dice que, como consecuencia de terremotos, las partes de Libia cercanas al océano sumergieron al lago Tritonis y lo hicieron desaparecer.» Como el lago Tritonis todavía existía en su época, lo que le dijeron probablemente fue que «como consecuencia de terremotos en el Mediterráneo occidental el mar sumergió a parte de Libia y formó el lago Tritonis». Tanto el Zuider como el lago Copaic han sido entarquinados y el lago Tritonis, que, según Escilax, toda vía cubría novecientas millas cuadradas en la época clásica, se ha reducido a las marismas de Chott Melghir y Chott el Jerid. Si allí estuvo la Atlántida, algunos de los agricultores desalojados fueron por el oeste a Marruecos , otros hacia el su r a través del Sahara, y otros por el este a Egipto y más allá, llevando con ellos su fábula; unos pocos se quedaron a las orillas de l lago. Los elefantes de que habla Platón pueden muy bien haberse hallado en ese territorio, aunque la costa montañosa de la Atlántida pertenece a Creta, lugar que los egipcios, que aborrecían el mar, conocían sólo de oídas. [5][6]

Referencias

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