Vestigios romanos en Badajoz

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Con la invasión de los romanos, iniciada en el año 218 a. C., para luchar contra Aníbal en la segunda guerra púnica, termina prácticamente esta época, quedando Badajoz, al igual que toda Extremadura, en la demarcación administrativa denominada Hispania Ulterior, al sur de la Hispania Citerior, que era la situada más al norte.

Desechada la teoría de que Badajoz fue la Pax Augusta romana (Civitas Pacensis), bien es cierto que pueda tener alguna vinculación con aquella ciudad portuguesa; no obstante, Badajoz presenta evidencias arqueológicos no sólo en la propia ciudad, sino también en el conjunto de su amplio término municipal, que antes era incluso más extenso.

Hasta el siglo XX se consideró la hipótesis de que Pax Augusta fuese el nombre de la población romana que se aplicó a Badajoz (Extremadura, España), y por tanto su variante culta, de donde derivaría usar el gentilicio de pacense para referirse a los naturales de Badajoz. Así por ejemplo, el mapa del cartógrafo flamenco Gerardus Mercator, titulado Castillae veteris et novae descriptio, publicado en 1606, se cita a Badajoz con nombre culto Pax Augusta.

Arqueología Romana en Badajoz

 
Caracetística la reutilización de elementos, como ocurre en la alcazaba árabe de Badajoz, con la conocida Puerta del Capitel, que debe su nombre al capitel romano con el que se decora la entrada.

La campaña de excavaciones efectuadas en la alcazaba de Badajoz, en el verano de 1978 -segunda de las allí efectuadas-, comenzó a aportar algunos datos más sustanciosos. Dando lugar a evidencias que denotaban ya una presencia, en sus inmediaciones (la ladera del Cerro de la Muela, junto a a alcazaba), de restos arqueológicos cuya morfología es típicamente romana, aprovechando las inmejorables condiciones geográficas, tanto en lo defensivo, como en sus óptimas condiciones agrícolas y ganaderas.

En el término municipal de Badajoz encontramos tres villas romanas, cuyos vestigios arqueológicos todavía se conservan: la Cocosa (El área principal de la villa estuvo ocupada desde principios del siglo I d. C. y alcanzó su máximo esplendor en el siglo IV), el Pesquero (siglos I-V) y las Tomas (siglos I-II)[1][2], encontrándose mosaicos y numerosos vestigios arqueológicos. Además, cuenta con una necrópolis romana junto a la alcazaba árabe.

La Cocosa

El Pesquero

Las Tomas

Cauce del Río Entrín

En las proximidades de Talavera la Real (en su día perteneciente al amplio término municipal de Badajoz), encontramos dos asentamientos de época romana.

  • Conde I.
  • Conde II.



Bibliografía

  • Castro, Américo. Acerca del nombre de Badajoz. Revista de Filología Española, XII. 1925.
  • Terrón Albarrán, Manuel. Historia Política de la Baja Extremadura en el periodo islámico. En Historia de la Baja Extremadura (VV. AA.). Badajoz 1986.
  • Canovas Pessini, Jesús y Valdés Fernández, Fernando: Aproximación del conocimiento del Badajoz Romano.

Referencias

Véase también