PERFILES COGNITIVOS DE LA DELINCUENCIA

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Los delincuentes comparten algunos rasgos cognitivos que facilitan su clasificación y detección. Algunos de estos rasgos son:

  • Cognición impersonal vs interpersonal. Dificultad para ponerse en el lugar de los otros, comprender el punto de vista y la percepción de los otros respecto de uno mismo y empatía.
  • Razonamiento concreto vs abstracto. Patrón cognitivo orientado a la acción más que a la reflexión y la planificación. Buscan inmediatez en los resultados. Dificultades para planificar y establecer las consecuencias a largo plazo. Dificultad para percibir los aspectos “no evidentes” de las personas (sentimientos o pensamientos). Ejemplo: Marcos Mirás, asesino del Día de la Madre.
  • Impulsividad vs autocontrol. Carencia de estrategias efectivas de autocontrol. Dificultad para demorar la gratificación. La ansiedad que les produce un problema no la reducen con el análisis y el autocontrol, sino actuando impulsivamente. Incapacidad para utilizar la mediación verbal para regular su conducta. Ejemplo: Juan Carlos Aguilar.
  • Rigidez cognitiva vs flexibilidad. Tendencia a mantener la misma idea sin importar la evidencia contraria existente. Escasa tolerancia al estrés. Pueden aparecer conductas antisociales o de riesgo (ej. consumo de drogas, agresión) como modo de afrontar el estrés. Tendencia a repetir la conducta. Incapacidad para desarrollar visiones alternativas y formas diferentes de alcanzar metas. Ejemplo: José Enrique Abuín, el Chiclé.
  • Ausencia de metas y valores. La conducta supedita a las circunstancias ambientales y azarosas. El pensamiento concreto puede dificultar la internalización de valores restringiendo el desarrollo del razonamiento moral. Ejemplo: Fernando Torres Baena, el caso Kárate.
  • Locus de control externo. Los delincuentes tienden a negar la responsabilidad de sus actos y a explicar su conducta como dependiente de personas o circunstancias fuera de su control. Tendencia a la auto exculpación. Creen que el resultado final de sus actos depende del azar o la suerte. Ejemplo: Bernardo Montoya, asesino de Laura Luelmo.
  • Baja autoestima. Relación entre baja autoestima y locus de control externo. El modo en que una persona se siente consigo misma puede estar influida por el grado en que piensa que es capaz de controlar lo que sucede en su entorno. La conducta delictiva puede representar un medio de lograr una sensación de control sobre el mundo (modo de alcanzar autoestima). Ejemplo: Ana Julia Quezada, asesina del Pescaíto.
  • Distorsiones perceptuales. Percepción inadecuada de la realidad. Ajustada a sus necesidades y a buscar satisfacción inmediata. Ello afecta al razonamiento, a la comprensión y al juicio. Ejemplo: Jaime Giménez Arbe, el Solitario.
  • Percepción social inadecuada. Dificultades en el área interpersonal. El conocimiento y la comprensión de los demás son esenciales en la planificación eficaz de la conducta en situaciones interpersonales. Ejemplo: Patrick Nogueira, el descuartizador de Pioz.
  • Egocentrismo. Estilo infantil de pensamiento; dificultad para ponerse en el lugar de otros. Expectativas sociales erróneas; tendencia a malinterpretar las acciones e intenciones de las otras personas. Dificultad para apreciar los efectos de su conducta en los demás. Ejemplo: La Manada, grupo.
  • Bajas habilidades para resolver problemas interpersonales. Los desórdenes de conducta suele asociarse con un afrontamiento ineficaz de las situaciones interpersonales. Los sujetos presentan dificultades en las habilidades de resolución de problemas. Tendencia a la agresividad (vs. asertividad). Ejemplo: Roberto Hernandez Arnaiz, asesino y violador de Sara.

La empatía es un rasgo que se va desarrollando a lo largo de la vida, hay hitos vitales que favorecen el desarrollo. Se supone que se distribuye normalmente; es decir, que la moda están las personas con nivel de empatía normal. Hay alejamientos de la curva normal en un 5% en cada extremo. En baja empatía estaría, por ejemplo, Bernardo Montoya y en el otro extremo estaría Gandhi. El desafío para el tratamiento y la prevención es sobre el posible desarrollo de la empatía en las personas.