Louis Moinet

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Louis Moinet, nace en Bourges, Francia en 1768 y falleció en Paris el 21 de mayo de 1853, es el inventor del cronógrafo.

Biografía

Louis Moinet nace en Bourges, en 1768. En el colegio destaca por su gran habilidad y se lleva todos los primeros premios de los concursos. Siendo aun un estudiante de primaria, ya tiene una pasión, la relojería, y pasa todo su tiempo libre con un maestro relojero. Un pintor italiano le da también clases particulares de dibujo.

El arte

A los 20 años, Louis Moinet solo sueña con Italia, esa tierra clásica de las bellas artes. Se traslada entonces de Francia a Roma, ciudad en la que vive durante 5 años y donde estudia arquitectura, escultura y pintura. Allí conoce a miembros de la Academia Francesa en Roma, a la que pertenecen los más destacados artistas de la época.

De Roma se traslada a Florencia, donde se inicia en el grabado artístico de piedras finas en un taller creado por el conde Manfredini, ministro del Gran Duque de Toscana. Allí pinta también varios cuadros.

De regreso a París, es nombrado profesor en la Academia de Bellas Artes, en el Louvre. Se convierte entonces en miembro de varias asociaciones científicas y artísticas, y colabora con eminentes artistas como el astrónomo Lalande, el broncista Thomire y Robert-Houdin, el hábil creador de autómatas que es considerado como “el renovador del arte mágico”.

La Alta Relojería

De forma paralela, se dedica al estudio teórico y práctico de la relojería, ese arte que tanto le apasiona, y retoma el contacto con su antiguo profesor. Rápidamente, el alumno se convierte en maestro.

A partir de 1800, la relojería reclama todo su tiempo y pasa largas temporadas en Suiza, desde las montañas del Jura hasta el Valle de Joux. Allí conoce a ilustres relojeros entre los que se encuentra Jacques-Frédéric Houriet, y adquiere sus instrumentos y herramientas de relojería.

Louis Moinet es nombrado Presidente de la Société Chronométrique de Paris, a la que pertenecen algunos de los más destacados talentos de la época, y cuyo objetivo es “el desarrollo y la promoción de la relojería, una de las ciencias más hermosas de la mente humana”. En este entorno, mantiene frecuentes contactos con sus colegas Louis Berthoud, Antide Janvier, Louis-Frédéric Perrelet, Joseph Winnerl o incluso Vulliamy, el relojero del rey en Londres.


La obra de Louis Moinet

 
Reloj de Napoleón realizado en 1806 por Louis Moinet.
 
Reloj del Mariscal Murat, Rey de Nápoles. Realizado en 1810 por Louis Moinet.

Louis Moinet mantiene una larga y estrecha colaboración con el gran Abraham-Louis Breguet, amigo de confianza, confidente y consejero íntimo. Ambos comparten la misma pasión por el arte de la relojería.

A lo largo de su vida, Louis Moinet creó extraordinarios relojes de péndulo para los personajes importantes de la época: Napoleón Bonaparte, los presidentes estadounidenses Thomas Jefferson y James Monroe, el rey de Inglaterra Jorge IV, Ernest Augustus, Príncipe de Hannover, la Reina María Amelia de Borbón-Dos Sicilias, el Mariscal Joaquín Murat, Rey de Nápoles, el Mariscal Ney y numerosos soberanos de toda Europa.

Estos relojes de péndulo, realizados en colaboración con el célebre broncista Thomire, revelan extraordinarias historias: en primer lugar, la de Thomas Jefferson, signatario de la Declaración de Independencia y también embajador de Estados Unidos en París. Sus tres criterios para la creación de su obra de arte son la belleza, la durabilidad y la utilidad. Es de suponer que Jefferson quedó totalmente satisfecho con su reloj de péndulo, pues lo acompañó durante sus dos mandatos en la Casa Blanca y hasta el final de sus días.

El reloj de James Monroe forma parte de los objetos originales de la Casa Blanca. Se adquirió en París en 1817, junto con otros objetos decorativos, para adornar la Casa Blanca, que fue incendiada por los ingleses en 1814 y que más tarde fue reconstruida por el arquitecto James Hoban. Gran parte de este mobiliario original se ha ido perdiendo con el paso del tiempo y de él solo queda actualmente un puñado de esos testigos del pasado, entre los que figura el famoso reloj de péndulo “Minerva” de Moinet y Thomire.

El reloj de péndulo de Napoleón se realizó en 1806. Equipado con un movimiento de ocho días, da las horas, los minutos y la fecha. Su gran originalidad radica en un excepcional mecanismo que indica la fase lunar en el interior de la aguja de los días con la ayuda de una minúscula bola de marfil. Además, en cuanto se acciona la caja musical, se representa la coronación de Napoleón y la emperatriz Josefina gracias a un ingenioso automatismo que coloca la corona imperial sobre sus cabezas.

En la actualidad, estas obras maestras se conservan en importantes museos como el Louvre de París, el Palacio de Versalles, el Palacio Pitti de Florencia o incluso Monticello y la Casa Blanca.

 
Reloj en forma de urna de bronce "con círculos giratorios" que perteneció a Ernesto Augusto, Príncipe de Hannover.

Los inventos

 
Imagen del primer cronógrafo realizado también denominado "contador de terceros" por su autor, Louis Moinet. El sello identificado en el fondo de la caja permite afirmar que comenzó a realizarse en 1815 y que se terminó en 1816.

Como fabricante de instrumentos de precisión, Louis Moinet practicó la relojería marina, astronómica y civil. Su ingenio contribuyó a mejorar la técnica, y fue el autor de varios perfeccionamientos importantes. El más importante es, por supuesto, la ejecución en 1816 de su compte-tierces, que convirtió a Louis Moinet en el inventor del cronógrafo. Esta extraordinaria pieza, denominada compte-tierces, ya que la palabra cronógrafo aun no existía, mide la 60ª parte del segundo, oscila a 216.000 vibraciones por hora y está dotada de una puesta a cero. Al crear un objeto de tal complejidad, Louis Moinet se revela como el pionero de la alta frecuencia, adelantándose 100 años a los desarrollos posteriores en los mismos campos.

Los productos de Louis Moinet se han expuesto en dos exposiciones universales. La primera, en 1851, en Londres. Fiel a sus costumbres, Louis Moinet presentó allí un cronómetro que ofrecía varias indicaciones inéditas entre las que figuraban el calendario anual y los días de la semana. Más tarde, en París, en 1900, en donde se expuso el reloj de péndulo de Napoleón con motivo de este importante evento al pie de la Torre Eiffel.

La obra de Louis Moinet cuenta también con la creación de relojes despertadores, de reguladores y de relojes astronómicos. Este inventor de conceptos inéditos elaboró mecanismos sorprendentes como, por ejemplo, diferentes calibres de relojes de bolsillo con una particular distribución (el conjunto de engranajes se establece con un piñón de 12). Además, inventa un muelle de barrilete dentado que mejora el funcionamiento del reloj. Un muelle que él describe poéticamente de color “rojo cereza medio madura” cuando se introduce en el horno. También pone a punto una nueva galluza que facilita la acción de darle cuerda. Tras inagotables esfuerzos, concibe una construcción cuyo objetivo es accionar el pitón de la espiral para equilibrar el escape, sin tener que desmontar nada. Por último, dienta, redondea y termina a mano los engranajes de sus relojes marinos para garantizar su exactitud, siguiendo los principios de cálculo que expone en su Tratado de Relojería.

La ambición de Louis Moinet, amante de la excelencia de profunda modestia, es progresar en el arte más que sacar provecho comercial. Por eso comparte libremente sus ingeniosas ideas con los demás relojeros de la época.

El famoso Tratado de Relojería

 
Primeras páginas del Tratado de Relojería escrito por Louis Moinet.
 
Lámina del Tratado de Relojería - "Péndulo moderno común".

Louis Moinet es especialmente célebre por su famoso Tratado de Relojería, publicado en 1848, que tiene fama de ser el libro de relojería más hermoso de su siglo. En él describe las mejores técnicas relojeras, y fue muy apreciado por los grandes relojeros de la época como Frodsham, Perrelet, Saunier y Winnerl, así como por varios eruditos y aficionados como su Alteza Alejandro, Príncipe de Orange, figurando todos ellos entre los numerosos suscriptores. La difusión de esta obra, reeditada en tres ocasiones, llegó hasta Rusia.

Louis Moinet dedicó veinte años de su vida a redactar esta obra de dos tomos, que actualmente sigue siendo muy codiciada. Ésta contiene, en particular, un método práctico y universal del engranaje según la ciencia modificada por la aplicación.

La obra de Louis Moinet consistió en animar, en darle vida a la materia. Fue reconocido por sus colegas de profesión como un hombre de corazón y de espíritu, y falleció en París el 21 de mayo de 1853, a los 85 años.

Références